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La negociación de las cuentas del Estado

Gobierno y PNV constatan su interés en que no haya adelanto electoral

El Ejecutivo establece la integridad de la caja única de la Seguridad Social como línea roja en la negociación de los Presupuestos del Estado

Ni al Gobierno de Zapatero ni al PNV les interesa el adelanto de las elecciones generales que se derivaría de la devolución de los Presupuestos Generales del Estado del Parlamento al Ejecutivo. Y ese será el principal motivo para que ambos traten de llegar a un acuerdo y salvar las cuentas antes del 20 de octubre , una vez descartado el apoyo al Gobierno de CiU y los partidos a la izquierda del PSOE (IU, ICV y ERC).

Esa fue la conclusión más clara que quedó sobre la mesa tras la reunión celebrada el pasado martes en Madrid entre el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, y el equipo de confianza del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; el ministro de Fomento, José Blanco, y el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, José Antonio Alonso.

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En las casi dos horas que duró el encuentro secreto, el principal líder del PNV dejó clara su voluntad de negociación. Al PNV no le interesa que un adelanto electoral, provocado por la falta de apoyo a los Presupuestos, facilite una victoria del PP, sobre todo si esta es por mayoría absoluta, porque perdería cualquier posibilidad de influir en la política española.

Tanto si Zapatero adelantara las elecciones a febrero como si decidiera unirlas en mayo a las municipales, el perjuicio no solo sería para los socialistas, que necesitan tiempo para dar la vuelta a las encuestas. También lo sería para los peneuvistas, que se arriesgan quedar políticamente laminados con un PP en el Gobierno de España con una mayoría amplia y ellos en la oposición en Euskadi.

Pero Urkullu también dejó claro en el encuentro que su apoyo a los Presupuestos no iba a ser a cualquier precio. Les adelantó que el eje de sus propuestas negociadoras iba a consistir en un aumento del autogobierno vasco con traspasos relacionados con la salida a la crisis y la creación de empleo. Sobre la mesa apuntó un paquete de traspasos abierto, entre los que figuraban como sobresalientes las políticas de empleo y la Inspección de Trabajo, pendientes de transferir a la comunidad vasca; otro paquete de subvenciones, como las de la máquina-herramienta, muy importantes para el empresariado vasco, afectado por la crisis, y el cambio de denominación de las provincias vascas, formuladas en euskera, como ya sucedió en Cataluña, que figuraba entre las resoluciones que los peneuvistas presentaron en el debate sobre el estado de la nación, en julio.

El paquete negociador no se cerró en esa reunión. Su contenido se precisará en un próximo encuentro porque este tenía como objetivo "aclarar la voluntad de negociación y crear un clima propicio", según fuentes próximas a los reunidos.

El PNV está a la espera de que, en esa próxima reunión, "el Gobierno proponga una respuesta concreta a la oferta de autogobierno, y será clave cómo se transfieren las políticas de empleo", señalan fuentes del PNV.

La representación del Gobierno de Zapatero explicó a Urkullu que sus propuestas ofrecían "margen para negociar", aunque también aclaró al líder del PNV que la negociación tenía unas líneas rojas que no podía sobrepasar: la ruptura de la caja única de la Seguridad Social.

El encuentro del pasado 24 de agosto vino precedido de otros a varios niveles desde hace meses. Zapatero, advertido desde mayo de que ni CiU ni los partidos a su izquierda (ERC, IU e ICV) iban a apoyar los Presupuestos, inició un acercamiento al líder del PNV, al convertirse este partido en el único aliado que podía posibilitarle mayoría, y lo recibió en La Moncloa en primavera. Posteriormente ha mantenido varias conversaciones telefónicas con él y lo seguirá haciendo en el transcurso de la negociación presupuestaria.

Lo mismo ha sucedido en el ámbito parlamentario. El portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, y su equipo -Eduardo Madina y Francisco Fernández Marugán- mantienen desde la primavera conversaciones con el portavoz del Grupo del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka.

Zapatero y su equipo cuentan también con que la negociación presupuestaria con el PNV concede a este partido un protagonismo en Euskadi en detrimento del partido gobernante, el PSE, y su lehendakari, Patxi López. El año pasado, el PNV consiguió su cuota de protagonismo político al pactar en la negociación presupuestaria con el Gobierno el blindaje del Concierto Económico.

Zapatero tratará de evitar en lo posible daños colaterales para el Gobierno de Patxi López. Su primer propósito es mantenerle informado de sus negociaciones con el PNV. Por ello, el jueves, telefoneó a López para informarle de la reunión de su equipo con el PNV y de las expectativas de negociación.

Zapatero aclaró al lehendakari que los Presupuestos de 2011 no son "unos Presupuestos cualquiera" y que la prórroga no se podía manejar porque había que transmitir a los mercados un mensaje claro. No pidió nada concreto a López, pero apeló a su sentido de Estado. López le respondió que lo entendía y aclaró que confiaba en que el Gobierno tendría en cuenta los intereses de Euskadi.

Rubalcaba y Blanco con Urkullu, durante la negociación de los Presupuestos de 2005.
Rubalcaba y Blanco con Urkullu, durante la negociación de los Presupuestos de 2005.EFE

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