Fútbol + sexo = alerta roja
El proceso abierto a Ribéry y Benzema es el último capítulo de los líos de faldas de grandes estrellas del balón, entre los que están Beckham, Maradona o Ronaldo
Fútbol y sexo rara vez están muy lejos el uno del otro. Estos días, los franceses Ribéry y Benzema protagonizan un escándalo que va más allá de lo sexual al estar acusados de acostarse con una prostituta cuando era menor de edad. Es el último, pero está muy lejos de ser el primer escándalo sexual en el mundo del fútbol.
Quizás uno de los casos más legendarios es el del astro brasileño Garrincha, ganador del Mundial con Brasil en 1958 y 1962. Hay quien dice que si en sus tiempos la televisión hubiera sido lo que es ahora, Garrincha sería considerado el mejor jugador de la historia, por delante de su contemporáneo Pelé y del controvertido Maradona. Sus hazañas en el terreno de juego competían en controversia con su vida fuera de él. Niño precoz, una biografía del periodista Ruy Castro, Estrella solitaria, detalló sus proezas sexuales y los 25 centímetros que alcanzaba su miembro viril. Dos de los 14 hijos del jugador intentaron evitar su publicación pero un juez concluyó que en un país tan machista, lejos de constituir una infamia ese detalle solo podía aumentar la admiración de los brasileños por Garrincha. Pero el alcohol ensombreció sus proezas futbolísticas y sexuales y le llevó a la muerte a los 49 años.
Alexanco fue denunciado por violación, pero la acusación se retiró
Sexo, alcohol, cirrosis y muerte temprana acompañaron también a otro genio del fútbol, el norirlandés Best. Su aire de Beatle espigado y su gusto por las mujeres acompañaron los primeros años de su carrera. Las mujeres iban y venían, pero el alcohol casi nunca le dejó: ni siquiera cuando la ciencia le dio una segunda oportunidad con un trasplante de hígado. Volvió a la bebida y murió en 2005, a los 59 años.
No todos los casos acaban en tragedia. Alexanco, entonces jugador del Barcelona, fue acusado en 1988 de haber violado a una empleada del hotel en el que estaba concentrado el equipo en Papendal (Holanda). La mujer acabó retirando la acusación.
Millonarios, jóvenes, unos más guapos que otros, los futbolistas están a menudo al filo de la navaja. En los últimos años varios jugadores de la Premier inglesa han sido acusados también de violación, pero rara vez llegan a ser juzgados. Entre ellos llegó a estar Cristiano Ronaldo, en 2005, en sus tiempos en el Manchester. El portugués volvió a ser noticia sexual en septiembre de 2007, cuando cinco prostitutas relataron al News of The World una orgía en casa del jugador en la que participaron también el brasileño Anderson y el portugués Nani.
Pero la mayor historia de fútbol y sexo del News of The World apareció en 2004, cuando Rebecca Loos, la niñera de los hijos de David Beckham, reveló que había sido su amante. Beckham lo desmintió, pero nunca la llevó a los tribunales. Quizá por eso, o por las dos cosas, el diario no le da el tratamiento de rata que reserva para los adúlteros y que sí utiliza con Terry y Ashley Cole, que nunca han alcanzado el rango comercial de Beckham.
El fútbol está lleno de escándalos semejantes, desde el brasileño Ronaldo, atrapado con tres prostitutas transexuales, a los vaivenes de sexo y droga de Maradona. O de jugadores menos famosos como el peruano Carlos Kukin Flores, que dijo que le perseguía un fantasma cuando la policía le sorprendió corriendo desnudo por las calles de Huamanga. Luego admitió que se inventó lo del fantasma para que su mujer no se enterara de que estaba drogado y "unas mujeres sucias" le habían dejado sin ropa.
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