El Parlamento vasco investigará los casos de corrupción y espionaje de Álava

Los escándalos surgidos en Álava a raíz de la detección de una supuesta trama de corrupción, el pasado mes de marzo, y ahora otra de espionaje político, llegarán al Parlamento vasco. La coincidencia política mostrada por PSE-EE y PNV para que se depuren responsabilidades permitirá, previsiblemente a la vuelta del verano, la creación de una comisión de investigación. En la actualidad, la Cámara vasca mantiene abierta una comisión de investigación sobre el denominado caso Margüello, que trata de sustanciar las posibles irregularidades cometidas en el área de Sanidad, gestionada siempre por consejeros del PNV.

El propio secretario general del PSE-EE alavés, Txarli Prieto, se mostró convencido ayer de la creación de esta comisión de investigación ya que, según dijo a Europa Press, parece que puede haber "alguna responsabilidad política" del PNV. Mientras, desde el lado nacionalista se asegura que "el EBB va a ser muy exigente en la depuración de responsabilidades", según declaró su parlamentario autonómico Iñigo Iturrate.

Incluso desde el territorio alavés, el teniente de diputado general, Claudio Rodríguez (PNV), señaló ayer que los grupos junteros del PNV y EA darán "el visto bueno" a la creación de una comisión de investigación en torno a la presunta trama de corrupción que implica al ex diputado foral de Administración local, Alfredo de Miguel, porque no tienen "nada que ocultar".

El Ejecutivo que preside Patxi López colaborará tanto con la investigación judicial como con la eventual comisión parlamentaria de investigación que pueda constituirse "para el esclarecimiento de los hechos hasta el final". La portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, apeló al secreto de sumario y afirmó que el Gobierno vasco sólo tiene conocimiento de la imputación de los dos ertzainas citados a declarar ante el juez la semana pasada cuya identidad no se ha facilitado. "Interior no cuenta a día de hoy", subrayó Mendia, "con información que invite a pensar que hay más miembros de la Ertzaintza involucrados en esos hechos, que, de confirmarse, son absolutamente indignantes y reprochables". Mendia añadió los calificativos de "absolutamente repugnantes para cualquier demócrata", y, por ello, "intolerables", a las prácticas de espionaje sobre políticos rivales.