Hay que bajar del coche, fijar la vista entre las viñas y los montículos, y buscar. Buscar bajo el cielo azul, en la tierra, entre las rocas. Y a veces ni siquiera así se distingue la casa que esconde el montículo de piedra seca, en medio del olivar, entre las calas y los rompientes del noble y protegidísimo parque natural del Cap de Creus, en Girona.
Banderas para todo y para todos. La catalana en todas sus variantes, también la blaugrana del Barça y muchas españolas. Estas en clara alusión a la jornada de hoy, en la que España se juega con Holanda el Mundial de fútbol. La fiebre por La Roja se ha ido apoderando de la ciudad día a día, a medida que la selección iba avanzando.
Para muchos, la operación de la recalificación del Miniestadi del Barça es un pelotazo. Para los vecinos de un grupo de casitas que están a un paso de este, en cambio, el proyecto ha sido la llave para que sus domicilios y negocios dejen de estar afectados. Lo estaban desde hace casi 60 años por sucesivas leyes urbanísticas que no se ejecutaron.
LUIS HIDALGO | Calella de Palafrugell
La banda californiana interpretó su legendario repertorio en el festival