¡Que se acaba el plazo!

"¿Para qué es esa cola?", preguntaba una señora tirando de un carrito de la compra a todo el que se le cruzaba por delante. Eran las 9.15 horas. En el cruce de La Rambla y la calle del Bonsuccés había una hilera inmensa de gente que no dejaba de crecer. Muchos llevaban papeles en la mano.

La respuesta estaba en el número 5 de la vecina plaza del Bonsuccés, donde está la Oficina de Orientación para el Acceso a la Universidad. La cola salía de esta oficina, recorría la calle del Bonsuccés y doblaba la esquina de La Rambla hasta la puerta del hotel Meridien. En total, alrededor de 500 personas en algo más de 200 metros de cola.

Ayer era el último día de la preinscripción a la Universidad para el curso que viene. Los alumnos que acaban de aprobar la selectividad podían hacer toda la preinscripción por Internet sin desplazamientos. Pero el cambio de la prueba de selectividad de este año (en el que se pueden hacer exámenes voluntarios para optar a subir nota) obliga a completar el expediente aportando documentación a quienes hicieron la selectividad hace años y se han examinado para subir nota. "Se pueden enviar las calificaciones por correo o presentarlas en la oficina", dijo un portavoz del Departamento de Universidades.

También debían aportar las notas los alumnos de ciclos de formación profesional superior y los que quieren cursar una segunda carrera. Era el caso de Joana. "Quiero hacer otra carrera y prefiero venir que enviar los papeles. La cola va rápida. Una hora, dicen y aún no hace calor", decía la joven para consolarse.