La izquierda 'abertzale' evita condenar un ataque a la Ertzaintza

La izquierda abertzale tuvo ayer ocasión de desmarcarse del terrorismo, repudiando un acto de sabotaje contra la Ertzaintza -el primero desde el 4 de julio de 2009, según fuentes del Departamento de Interior del Gobierno vasco-, y solo tres días después del acuerdo que firmó con EA el pasado domingo. No lo hizo.

El puesto de atención ciudadana de Agurain (Álava), localidad gobernada históricamente por el nuevo socio de la izquierda abertzale -EA sí condenó el acto, y se reafirmó en la alianza con los radicales-, fue atacado en la madrugada de ayer. Siete cócteles químicos fueron arrojados contra su fachada. El establecimiento estaba cerrado y apenas sufrió más daño que el ennegrecimiento de la pared. Además, dos contenedores resultaron quemados en esa localidad.

Un portavoz de la izquierda abertzale, Aitor Bezares, manifestó la opción de ese sector por vías políticas y democráticas, como viene repitiendo desde noviembre en busca de la vuelta a la legalidad: "Cualquier otra expresión no encaja en la posición actual que mantiene la izquierda abertzale".

El sabotaje fue condenado por todos los partidos y por el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, que exigió además un pronunciamiento "claro y contundente" a los radicales. Si no, "no estarán en política", reiteró.