Alcaldes del PSOE mantienen su queja por cortarles el crédito

El año 2010 está salvado pero los alcaldes socialistas mantienen su preocupación por la imposibilidad de pedir créditos en 2011, como aprobará hoy el Congreso en el decreto con las medidas de ajuste. En Baleares, en Zaragoza y en Barcelona, los socialistas rechazan la prohibición de pedir créditos. La alcaldesa socialista de Palma, Aina Calvo, consideró "muy injusto" impedir el endeudamiento de todos los Ayuntamientos, sin diferenciar los que han sido prudentes de los que "no han tenido cuidado".

También el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, se mostró absolutamente quejoso, tanto como el regidor de Zaragoza, Juan Alberto Belloch. "Mi obligación es defender a Zaragoza y yo iría a los tribunales si las cosas no se resuelven". La ralentización de los grandes proyectos le parece un error.

Hoy se presenta el consorcio de la candidatura de los Juegos Olímpicos de invierno de Zaragoza para 2022. "¿No se confía en que en esa fecha seremos ya una ciudad y un país normal?", se preguntó Belloch, informa Concha Montserrat.

Desde la dirección del PSOE, Leire Pajín, secretaria de Organización, trata de mantener la cohesión en el partido. Lo cierto es que básicamente está lograda, según informan asistentes a la reunión que ayer se celebró con secretarios de organización y de política municipal, para coordinar el mensaje común ante el recorte. Si la medida para los Ayuntamientos levanta chispas, más aceptación hay en la bajada de sueldo de los funcionarios.

La secretaria de Estado de Administraciones Públicas, Consuelo Rumí, asistió ayer a esta reunión para explicar el detalle de las medidas. "El esfuerzo de altos cargos y políticos será mayor que el que hemos pedido a pensionistas y funcionarios", les dijo Pajín. En esta reunión se confió en que tras la huelga de funcionarios del día 8, el día 9 "se reanude al diálogo".