"Nunca me han gustado los héroes que te rescatan"
Hacer una entrevista en condiciones en Cannes parece otro motivo para la nostalgia de tiempos más heroicos. Diez minutos cuentan como si fuera una hora y, a tenor de lo visto ayer, ese breve cara a cara también se puede quedar en una fría conversación telefónica. La actriz australiana Cate Blanchett tenía prisa ("la mañana ha pasado volando", se disculpó) y sus representantes decidieron que, ante el imprevisto retraso, las preguntas y sus respuestas se podían plantear por teléfono, mientras ella volvía en coche a su hotel. Una vez al aparato, corriendo por un pasillo con los tacones en la mano, el apuro de la actriz parecía justificado.
Quizá fueron las prisas, o que por el móvil no tiene la misma gracia, pero al recordarle a la australiana la famosa frase de Groucho Marx que decía que jamás iría a ver una película donde el héroe tiene más pecho que la heroína, la risa resultó algo falsa. "Qué gracioso aunque no sé muy bien por qué. La verdad es que no he visto todavía la película, la veré esta noche por primera vez". ¿Quiere decir con eso que ha acudido a la rueda de prensa sin ver la película? "Bueno, he visto partes, pero no la versión definitiva".
Blanchett encarna en Robin Hood a una Lady Marian con armadura ("aunque esta sea de plástico", aclara la actriz), una heroína capaz de sostener la espada y luchar como un hombre. La actriz dice que no se ha inspirado en ninguna de las grandes Lady Marian de la historia, ni Olivia de Havilland ni Audrey Hepburn, porque siempre se fijó más en Robin Hood. "Yo siempre quise ser Robin, nunca Marian, nunca me ha gustado que me rescaten, mis héroes siempre han sido tipos como Sherlock Holmes, los que deciden, no los que rescatan. Me interesó esta película por otros motivos, por el equipo, por el director y los actores, Rusell Crowe, William Hurt y Max von Sydow, un intérprete al que admiro enormemente. Y bueno, porque sinceramente a mis hijos les hacía mucha ilusión que me embarcara en la aventura de participar en una película como esta".
Pese a su aparente arrojo, la actriz (capaz de interpretar al mismísimo Bob Dylan en I'm not there o de regresar a su país natal para hacerse cargo con su marido de la principal compañía de teatro de Sydney) apenas intervino durante la jornada inaugural en la rueda de prensa del filme. Al reprocharle ese "segundo plano" en la convocatoria pública, Blanchett se dispara: "Yo no hablo por hablar. Es la película de Rusell Crowe, él es el protagonista absoluto, es su productor, esta vez me pareció más indicado dejarle a otros la primera fila".
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