Ford, Seat y Nissan exigen el eje mediterráneo para seguir en España

Ford, Seat y Nissan reclamaron ayer en Valencia a la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, que dé prioridad al eje mediterráneo cuando revise en junio sus planes de inversión en las grandes redes de transporte ferroviario. De lo contrario, deslizaron, podrían verse obligados a desplazar sus fábricas al este de Europa.

La llamada de atención de los tres fabricantes asentados en Cataluña y la Comunidad Valenciana se produjo durante una jornada convocada en Valencia por el Institut d'Economia i Empresa Ignasi Villalonga por el reconocimiento europeo del arco mediterráneo. Centenares de representantes de patronales, cámaras de comercio, sindicatos, universidades, municipios y los gobiernos autónomos de Cataluña y Baleares se dieron cita en el Palau de Congressos de Valencia para reclamar a la UE una respuesta política a lo que Joaquim Nadal, consejero de Política Territorial de la Generalitat catalana, definió como "una obviedad geográfica".

La inexistencia de una vía de ancho europeo hace perder oportunidades

El 18% de los costes de producción de las plantas son de carácter logístico

José Vicente González, presidente de la Confederación Empresarial Valenciana, leyó el texto elaborado por Ford, Seat y Nissan. "España es el segundo productor de automóviles de Europa. Cataluña y la Comunidad Valenciana han creado las condiciones para acoger uno de los clusters del sector más potentes de Europa. Cerca del 50% de la producción procede de fábricas ubicadas en estos territorios, aportando el 10% y el 21% del PIB de sus economías respectivamente. 160.000 puestos de trabajo directos e indirectos dan consistencia a un sector con una clara vocación exportadora -cerca del 80% de la producción se destina a los mercados europeo y americano- muy competitiva en los mercados exteriores".

Los fabricantes de automóviles se quejan de "la precariedad del ferrocarril, que todavía no está adaptado al ancho de vía europeo y se interrumpe entre Castellón y Tarragona, como la del transporte por carretera, con el atasco permanente en La Jonquera, que supone una lacra para los índices de productividad de las compañías. El 18% de los costes de producción en las plantas valencianas y catalanas son logísticos, porcentaje determinante en el coste final del producto".

González puso voz a la reivindicación de los fabricantes de automóviles: "Los puertos de Barcelona, Tarragona, Sagunto y Valencia tienen gran potencial, pero la inexistencia de un tren de ancho europeo nos hace perder oportunidades de oro, como convertir nuestro territorio en la plataforma logística del sur de Europa con capacidad para distribuir a todo el continente de forma rápida".

"Las oportunidades se escapan y las amenazas aumentan", siguió González, "una multinacional del automóvil puede tomar la decisión de deslocalizar su producción en Europa o en China para ahorrar costes, puesto que, además, tendrá muy fácil entrar su mercancía por puertos italianos. Allí, un tren para mercancías puede trasladar sus coches hasta el corazón de Europa en una noche. En cambio, si produce en Cataluña o la Comunidad Valenciana, los vehículos se deben trasladar hasta la frontera con Francia, peajes incluidos, y una vez allá, descargar y volver a cargar su mercancía para que la trasladen en tren hasta el destino final".

El presidente de la patronal de Valencia prosiguió: "Nosotros no nos conformamos con el eje Valencia-Barcelona-Lyon. Lo que es estratégico para Valencia es el corredor mediterráneo completo, desde Algeciras por Murcia, Alicante, Valencia y Castellón hasta la frontera". Y redondeó su intervención: "El corredor es vital para nuestra economía, pero el simple hecho de que nos reunamos aquí es un activo en sí mismo".

Juan Rosell, presidente de la patronal catalana Fomento del Trabajol, también celebró el objetivo común: "Estamos todos de acuerdo. En tiempos de crisis no podemos tirar dinero, sino invertirlo bien. Catalanes y valencianos tenemos un déficit histórico de infraestructuras, pero podemos colaborar en un frente portuario para competir con el norte de Europa. Para eso necesitamos infraestructuras de primera división. Tenemos que hacer cosas juntos, con poca política de por medio y de forma pragmática. Y para salir de la crisis, necesitamos exportar".

Joan Baptista Casas, decano del Colegio de Economistas de Cataluña, subrayó la importancia que ha adquirido el territorio como "factor de competitividad" desde que España entró en el euro. "Es la primera crisis que afrontamos sin posibilidad de devaluar la moneda y, en estas circunstancias, el territorio, sus infraestructuras, se convierten en factor clave de competitividad".