El ex presidente balear logró los tres millones de aval con sus bienes familiares

El ex presidente del Gobierno de Baleares Jaume Matas respaldó con su patrimonio inmobiliario el crédito de tres millones de euros con el que pagó su fianza y evitó el ingreso en prisión, según ha documentado la Guardia Civil por mandato del juez del caso Palma Arena.

Matas aportó los títulos de propiedad de tres inmuebles en Palma como garantía ante el Banco de Valencia, perteneciente a Bancaja y gestionado por ejecutivos de su confianza. Tras pagar rápido la caución, aportando fondos en lugar de avales, explicó que había realizado "una operación de crédito transitorio con garantías hipotecarias mías y de terceros", en concreto, dijo, "amigos". Reseñó que era un crédito transitorio, lo que confirmó el Banco de Valencia.

La investigación policial concluye que no hay nadie ajeno a la familia de Matas involucrado en esta operación, toda vez que el banco trabó el préstamo sobre sus bienes inmuebles: el palacete de la calle de San Felio, la tienda en alquiler de la calle de San Miguel, y el piso de la Rambla a nombre de su madre, que el ex presidente reformó.

El valor de las garantías inmobiliarias es de 3,6 millones de euros. El palacete está valorado por Hacienda en 2,4 millones, pese a que Matas lo compró por un millón, y está gravado con una hipoteca de 600.000 euros. La Fiscalía Anticorrupción no ha concretado aún a cuánto ascenderá la fianza de responsabilidad civil que reclamará a Matas para poder cubrir, antes del juicio, los supuestos desvíos de fondos públicos durante las obras del velódromo Palma Arena, que tuvieron un sobrecoste de más de 40 millones de euros.