Europa recupera la mitad de sus vuelos

Los cielos europeos se fueron ayer abriendo de forma irregular al tráfico aéreo después de que los ministros de Transportes de la Unión acordaran el lunes flexibilizar la aplicación de las restricciones. Eurocontrol, la agencia europea que gestiona el tráfico en el continente estimaba que se habían realizado del orden de 13.000 de los 28.000 vuelos de un martes cualquiera sobre el 75% del espacio continental. También indicó que por encima de los 20.000 pies (unos seis kilómetros), altura a la que vuelan la mayoría de los aviones, todo el espacio europeo estaba disponible para el tráfico, excepto en Finlandia, cerrado en todas las alturas.

La aplicación de las tres zonas acordada por ministros suponía que, según los mapas de predicciones de Eurocontrol, sólo quedaban cerrados al tráfico aéreo en la zona de influencia europea sendos rectángulos, al noroeste y al oeste de las islas Británicas: uno entre Islandia y las inmediaciones de la costa occidental escocesa, y otro, de menor dimensión, al oeste de Irlanda. A ellos se añadió Finlandia, de acuerdo con un comunicado emitido por Eurocontrol pasada la media tarde. En el gráfico estaban libres de ceniza, la península Ibérica y el sur de Francia, sur de Italia y casi todos los Balcanes. El resto, buena parte del continente, quedaba cubierto por la ceniza del Eyjafjalla y, por tanto, la autorización de volar en esas zonas dependía del criterio de las autoridades nacionales correspondientes.

El tráfico todavía sigue cerrado a cualquier altitud sobre Finlandia

El resultado de la nueva tolerancia con los límites se saldó con una irregular, imprevisible y muy variable aplicación de la capacidad de volar sobre Europa. Hubo casos de todo tipo, aunque Eurocontrol contabilizó casi el 75% del espacio como libre de cualquier restricción. Tal área incluía Austria, los Balcanes, Bélgica, Bulgaria, República Checa, Hungría, Italia, sur de Francia, Grecia, Holanda, Noruega, Polonia, la península Ibérica, Rumania, norte de Suecia, Suiza, Turquía y Ucrania.

No se ofrecían servicios de control aéreo a la aviación civil en zonas por debajo de los 20.000 pies en partes importantes del norte y este de Europa, en la franja que cubría desde las islas Británicas a los países bálticos pasando por Dinamarca, según el comunicado de Eurocontrol. En Alemania y en el norte de Francia había capacidad de volar, pero con fuertes limitaciones.

El comunicado era más nítido que la situación sobre el terreno. La iniciativa de abrir sus aeropuertos la tomó Holanda ya en la tarde del lunes, cuando permitió el despegue de aviones del aeropuerto de Schipol. La vecina Alemania mantuvo ayer cerrado su espacio aéreo y Francia planea dejar salir hoy al 75% de los vuelos de largo recorrido y el 25% de los nacionales. Reino Unido estuvo cerrado en su práctica totalidad y por sexto día consecutivo hasta las 23.00. A esa hora, la autoridad aérea británica autorizó vuelos en todo el país. Durante el día, sólo parte de Escocia estuvo abierta; el aeropuerto de Glasgow, la capital económica escocesa, apenas se mantuvo un par de horas habilitado.

Italia dejó libre al tráfico todo su espacio y países que lo abrieron por la mañana, lo cerraron por la tarde. Suiza abrió los de Ginebra y Zúrich, pero también hubo cancelaciones de vuelos. Dinamarca permitió el sobrevuelo de su territorio por encima de los 20.500 pies, pero no permitía aterrizajes. Irlanda estuvo intermitentemente abierta y cerrada a lo largo del día.

La errática situación obligó a cancelar numerosas reuniones internacionales en Bruselas y en otras capitales. El Consejo de Ministros del Interior previsto para el jueves y el viernes en Luxemburgo (cuyo espacio estaba ayer abierto) podría quedar reducido a una sola jornada, el viernes, en Bruselas. La OTAN, que tiene previsto celebrar una reunión de ministros de Exteriores en Tallin también el jueves y el viernes, retrasó hasta hoy la decisión de mantenerla o cancelarla.

El aeropuerto bruselense de Zaventem fueron avanzando a lo largo de la jornada las manchas verdes que daban cuenta de vuelos realizados, pero eran muchas más las manchas rojas con salidas canceladas y anuladas, porque la apertura del espacio belga debe corresponderse con la del país del destino del avión.