Mujer más Medem más mujer

Ni rastro del director que hace dos años asumía en este periódico el fracaso "total, extraño y triste" que vivió con Caótica Ana, la personalísima cinta que nació de la pérdida de su hermana en un accidente y que le valió el rechazo de crítica y público. Dos años después, Julio Medem está exultante: "Mis películas anteriores siempre han sido más densas, y me he dejado las entrañas. Pero en esta Habitación en Roma hay algo ligero; tiene una piel muy gustosa". Mientras preparaba Pericles y Aspasia, una superproducción que rodará próximamente en Grecia, al realizador le ofrecieron hacer el remake de En la cama, un pequeño éxito de 2005 del chileno Matías Bizé que narra casi a tiempo real el breve e intenso romance entre una mujer y un hombre que se conocen en una fiesta. En su versión, que se estrena el 7 de mayo, el director ha consagrado los 100 minutos del metraje a la curiosidad, el sexo y el amor que experimentan una lesbiana española -interpretada por Elena Anaya- y una heterosexual rusa -Natasha Yarovenko- (ambas en la foto, en plan Ofelia), en el estricto interior de la habitación de un hotel romano. "Tiene algo muy teatral", dice el director, "todo transcurre en continuidad y todo se rodó en un decorado. "Es la película más difícil que he hecho", revela Anaya. "Uno de los personajes más bonitos que me han ofrecido nunca; pero había mucha responsabilidad y la dificultad añadida de estar tan expuesta en todos los sentidos". Durante la mayor parte de la cinta, las dos actrices están desnudas, alternando juegos eróticos con confesiones dramáticas, bromas y cierta épica surrealista marca de la casa. "Que sirviera como ejemplo para hablar de la relación entre dos mujeres con toda la naturalidad del mundo es el mejor de los premios que nos podríamos llevar", resume Anaya, que aún atraviesa "un pequeño estado de nervios, estrés y shock" tras el primer visionado.