"Me gustaría hacer comedia"

"Me gustaría hacer comedia", ha asegurado esta tarde Natasha Yarovenko, galardonada con el premio Un Futuro de Cine 2010 de la presente edición de Cinema Jove, y que en el festival ha presentado su última película, Habitación en Roma, de Julio Medem. "Mucha gente me dice que debería hacer comedia", ha explicado. Y no porque le resulte más fácil que protagonizar un drama. Aunque sí reconoce que es más gratificante: "Ni sientes que estas trabajando, te lo pasas tan bien".

Yarovenko ha charlado de su futuro en un encuentro con los medios y los espectadores de Cinema Jove tras su repentino salto a la fama por la película que acaba de protagonizar con Elena Anaya. Y ha hablado sobre todo de esfuerzo: "Debo hacer muchas más interpretaciones y trabajar muy duro". Y es que, según dijo, Habitación en Roma ha sido para ella un salto definitivo: "Ya no hay marcha atrás". Antes de que la llamara Medem pasó muchos periodos de dudas e incertidumbres, hasta el punto de pensar en cambiar de actividad. De hecho, es licenciada en Filología y se ha definido como "profesora de inglés".

La actriz participará en el rodaje de 'El Capitán Trueno' donde hará de "mala malísima"

"Las escenas de sexo son las más fáciles, porque realmente no son nada"

Sin embargo, la suerte llamó a su puerta y afrontó "el reto" de trabajar con una actriz consagrada como Anaya y a las órdenes de Medem. Un director que admira desde hace mucho tiempo: "Cuando vi Los amantes del Círculo Polar quedé destrozada, no paraba de llorar y llorar. Y me dije ¿quién ha hecho esta película? tengo que escribirle para hacerle saber lo que me ha hecho sentir". Pero nunca lo hizo. Aunque después el destino le cruzó con el director de películas como Vacas, Tierra, La ardilla roja o Lucía y el sexo. Y de ahí a la fama, o por lo menos a los primeros escalones de la fama.

De momento, su próximo trabajo es la película sobre el héroe patrio El Capitán Trueno, en el que hará el papel de "una mala malísima", interpretación que le apetece mucho puesto que "tiene muchas escenas de acción, hay que montar a caballo, manejar espadas y hacer coreografías de lucha". ¿Y después? Lo que quiere es trabajar, a poder ser otra vez con Meden, o con Daniel Monzón, "o con Tarantino, por su puesto", dice entre risas. Pero también con directores jóvenes.

Sobre el rodaje de Habitación en Roma, ha explicado que "las escenas de sexo son las más fáciles, porque realmente no son nada". Sin embargo, la que más pudor le dio fue en la que bailaban sobre la cama: "Nos dijeron 'hacer lo que queráis' y teníamos que bailar y bailar, un corte muy grande, al final después de media hora nos quedamos sin aire, con lágrimas en los ojos y muertas de vergüenza". Aunque tuvo su ventaja: "A partir de ahí ya no nos asustó nada".

Aparte de este encuentro, la edición de Cinema Jove ha deparado el estreno de dos películas a concurso. La primera es Eamon, de la irlandesa Margaret Corkery, un drama sobre las vacaciones de una pareja joven que pasa unos días con su hijo. La historia aborda los problemas de conducta del pequeño, la actitud violenta y egoísta de la madre, y la frustración sexual del padre. Y por la tarde se ha proyectado Apafold, un filme del húngaro Viktor Oszkár Nagy en el que los paisajes se convierten también en protagonistas.