Un arma de construcción masiva
Daniel Barenboim quiere dirigir en Gaza un concierto por la paz con músicos europeos - El Gobierno español apoya la idea y el israelí se opone frontalmente
Sabe mejor que nadie que la música es un arma de construcción masiva. Por eso, Daniel Barenboim quiere llevarla a un lugar como Gaza, allí donde las bombas han arrasado casas y escuelas, al corazón sangrante de un conflicto en permanente tensión, para romper simbólicamente con armonía un bloqueo que dura más de un año desde los ataques israelíes de enero de 2009.
Barenboim lo está intentando por todos los medios. Pero no es fácil. Aunque en el empeño cuenta con la colaboración diplomática del Ejecutivo español, en una iniciativa que también secunda Bernardino León, secretario general de la Presidencia del Gobierno, según comentan en la oficina del músico. Israel, está claro, no da facilidades.
El director siempre ha defendido la creación de un Estado palestino
Barenboim ya ha actuado varias veces en ciudades de Cisjordania. El 21 de agosto de 2005 dirigió un concierto histórico con su orquesta West-Eastern Divan en Ramala. Después ha dado varios recitales solo. Es el músico que más activamente ha trabajado por la paz y el entendimiento en Oriente Próximo. Tiene un gran ascendente moral en la zona después de haber creado, junto al intelectual palestino Edward Said, el Divan, con sede en Andalucía. El propósito de esa orquesta es juntar en los atriles a músicos jóvenes de países árabes, israelíes, palestinos y españoles. Hacerles convivir, interpretar y por las noches discutir sin cortapisas sobre un conflicto en el que todos se dan permanentemente la espalda.
"No es política", ha dicho Barenboim muchas veces. Pero cuando uno asiste a los ensayos y contempla la intensa convivencia y trabajo de los chicos llega a la conclusión de que es pura provocación intelectual. "Si un joven palestino y un israelí son capaces de tocar al unísono la Primera Sinfonía de Mahler, que vengan luego los responsables de nuestros países a decir que no podemos vivir juntos", ha comentado el músico.
Pero la actuación que Barenboim planea en Gaza no será con esta orquesta, que realiza giras todos los años en verano. "Eso está descartado", informan desde su oficina. La idea es reunir a unos cuantos músicos de formaciones europeas y dar un concierto de cámara. La fuerza simbólica del gesto sería tan impactante que el Gobierno israelí trata ya de impedirlo. Para ellos, en las actuales circunstancias, representaría un golpe a su imagen internacional.
Las relaciones de Barenboim con sus compatriotas israelíes siempre han sido tensas. El músico nacido en Argentina tiene también la nacionalidad israelí y la española y cuenta con un pasaporte de la Autoridad Palestina, que le nombró ciudadano de honor en 2008. Siempre ha defendido públicamente la creación de un Estado palestino, posición que no ha sido del todo comprendida en Israel. Allí, muchos consideran al director un traidor que además les hace escuchar de vez en cuando nada más y nada menos que a otro de sus demonios: Richard Wagner.
"Por ahora no hay fechas concretas, todo está en el aire, pero la intención del maestro es muy firme. Lo ha sido siempre desde que se creó el Divan", aseguran sus colaboradores más estrechos desde su oficina de Berlín. Mientras espera luz verde, Barenboim sigue con su proyecto musical en Palestina. No está solo: apoya incondicionalmente escuelas en Ramala, como Al Kamandjati, que dirige Ramzi Abu Radwan, miembro del Divan. O promueve por medio de la Fundación Barenboim-Said recitales como el que el próximo 20 de mayo ofrecerá el pianista español Javier Perianes.
El director y también pianista le ha ayudado a conformar el programa: "Tocaré la Sonata 960 de Schubert y otras cosas como la Fantasía Bética, de Manuel de Falla", confirma Perianes. Será en la Friends Meeting House, una iglesia de Ramala. El intérprete español, nacido en Nerva (Huelva) en 1978, estudiaba ayer minuciosamente las piezas en su casa de Andalucía.
El ciclo en el que participará Perianes ha contado también con las actuaciones de Elisabeth Leonskaja o Andras Schiff y recibe el apoyo de la Agencia Española de Cooperación. También actuarán músicos del Divan, como el contrabajista Nabil Shehata o el pianista Fadi Deeb, los días 16 y 17 de abril.
Instrumentos españoles en Palestina
La firme intención de Barenboim de actuar como sea en Gaza no es la única ofensiva musical en marcha para Oriente Próximo. La organización Music Fund, creada por el belga Lukas Pairon, piensa trasladar a la zona los 411 instrumentos recolectados el pasado diciembre en La Casa Encendida de Madrid. "Contamos con el apoyo de Naciones Unidas y la UNRWA, su organización especial en Palestina, para introducir un container en Gaza y otros en ciudades como Nablús y la propia Ramala", comenta Pairon. "Esa es nuestra intención, aunque es muy difícil llegar allí, sobre todo a Gaza. Todas las entradas están bloqueadas. Tampoco queremos levantar expectativas que luego resulten frustradas. Para quienes viven allí es muy duro truncar ilusiones", asegura Pairon.
Pero el músico, creador también del grupo de repertorio contemporáneo Ictus, no se rinde. Ya ha llevado cientos de instrumentos a la zona y a otros países como Mozambique y el Congo. Además, dota a las escuelas de técnicos que los mantienen en buen estado y forma, afinadores y luthiers en lugares donde nunca han existido esos oficios.
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