EL FRAUDE EN EL TRANSPORTE PÚBLICO / 1
Un billete sencillo en el Tram-besòs cuesta 1,40 euros, pero muchos viajan gratis, y no por cortesía de la empresa. Son legión. EL PAÍS empieza hoy una serie para radiografiar el fraude en el transporte público del área metropolitana de Barcelona. Y los datos del Trambesòs, primera parada de este viaje, son contundentes: casi un tercio de los usuarios no paga.
Una empresa catalana con sede en Sabadell, Grupo Promer Mongraphic, SA, ha ganado un litigio contra la multinacional PepsiCo ante el Tribunal de Primera Instancia de la Comunidad Europea (TPICE). La sentencia reconoce a la empresa sabadellense la paternidad sobre una variante de los conocidos tazos, piezas de juego infantil que la compañía americana incluía en las bolsas de aperitivos.
Joan Vendrell, un técnico jubilado del Ayuntamiento de Sant Boi, se emocionó ante su ordenador cuando vio, siguiendo la sesión por Internet, como el Congreso aprobaba una proposición de ley impulsada por él: la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC) que permitirá que nunca más la justicia repita actuaciones como la que afectó en 2007 a su hijo David.
Es un niño. Ni siquiera tiene 11 años. Pero llega solo al gimnasio. Se abraza a su monitor, le da dos besos y se reúne con sus compañeros para iniciar una sesión de lucha grecorromana. Pocos minutos después, quien se acerca a Juan Carlos Ramos, 11 veces campeón de España de esta modalidad deportiva, es un joven que ronda los 20 años. Y repite el mismo protocolo.
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