Entró con tres costillas rotas, luego eran ocho y después cogió neumonía
Un hombre llega a un hospital por una caída y acaba en un coma inducido
Un vecino de Lliçà de Vall (Vallès Oriental) ha sufrido un increíble y desagradable periplo hospitalario. Ingresó en el Hospital de Granollers en diciembre. El primer diagnóstico indicaba que tenía sólo tres costillas rotas, pero con el paso de los días los médicos añadían nuevas fracturas, virus hospitalarios y otras complicaciones, que llevaron a inducirle un coma. "Nos dijeron que se iba morir hasta cuatro veces", afirma la esposa del paciente.
Manuel Flores, de 55 años, conduce un camión desde hace décadas. Es aficionado a todo tipo de deportes, y especialmente a la bicicleta. El pasado 19 de diciembre, estaba probando el cuentaquilómetros en su bicicleta y se cayó. Llegó a casa quejándose y su mujer, Beatriz, decidió llevarlo al Hospital de Granollers.
El primer diagnóstico que les comunicaron en urgencias era que tenía tres costillas rotas. Tan sólo pocas horas después, los médicos aumentaron la cifra hasta cinco. Un par de días más tarde, subieron a Manuel a planta, pero su estado empeoró. En una nueva radiografía apareció que eran ya ocho las costillas fracturadas. Pero sus problemas no se limitaban a los huesos, ya que, debido al fuerte golpe, los pulmones se le encharcaron de sangre y los médicos decidieron hacerle un drenaje.
En Nochebuena, Beatriz dice que los médicos le informaron de que querían trasladar a su marido al hospital Clínic o al de Terrassa, por la falta de cirujano torácico en Granollers. Al final, no hubo traslado, pero los médicos añadieron que Manuel tenía las dos clavículas rotas. "Al ser fiestas, no lo vio el mismo médico y cada uno daba su opinión".
Los días pasaron, el estado de Manuel empeoró con el inicio del año nuevo y decidieron trasladarlo a la unidad de cuidados intensivos (UCI). "Entonces me dicen que han detectado neumonía en el pulmón izquierdo. Pregunté al médico si era un virus de quirófano y me contestó que sí", se queja Beatriz.
El 5 de enero el estado de Manuel se agravó. Ante la imposibilidad de respirar por sí solo, los facultativos deciden intubarlo, ponerle respiración asistida e inducirle el coma. Desde entonces, "ha tenido una infección tras otra, tiene hongos en la boca, y ha cogido todo lo que se puede coger en una UCI".
Hace unas semanas le detectaron que tenía roto el homoplato. "Entonces me enfadé. Beatriz comenta que el médico de la UCI le respondió: "a nosotros nos lo han traído así. De aquí para atrás, nosotros no sabemos nada". En los últimos días ha empezado a ver la luz. Sigue en cuidados intensivos, pero mejorado.
Desde el hospital afirman que el paciente evoluciona favorablemente. Eva Martín, adjunta de la Dirección General del Hospital de Granollers defiende la actuación de los facultativos y afirma que "no ha habido mala praxis". Martín justifica que a veces "las fracturas no se aprecian en un primer momento". Sobre los virus hospitalarios y los cambios continuados de diagnóstico, la directiva simplemente añade: "hay cosas que pasan".
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