Zapatero hace un guiño a los sindicatos y prorroga la ayuda de los 420 euros
Sólo se dieron tres turnos de palabra en la reunión con los parlamentarios del PSOE
Cuando el próximo lunes termine el tiempo de prestación de seis meses del subsidio de 420 euros para los desempleados que hayan agotado toda ayuda pública, empezará otro por igual tiempo para nuevos desempleados sin recursos. Éste fue el anuncio que ayer hizo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ante sus diputados, senadores y eurodiputados reunidos en el Senado. Quería enviar con ello un mensaje a los suyos y a los sindicatos, cuando está en marcha la negociación sobre la reforma laboral. "No dejaremos atrás a los que peor lo están pasando", aseguró Zapatero. Estas referencias fueron aplaudidas con fuerza por sus parlamentarios.
Con esta medida se prorroga por seis meses el Programa Temporal de Protección por Desempleo e Inserción que empezó el pasado mes de junio y del que se han beneficiado algo más de trescientas mil personas. Con esta prórroga el Gobierno ha calculado que otras doscientas mil lo solicitarán. La nueva cantidad será de 426 euros.
Veinte cargos, entre ellos los más críticos, no pudieron intervenir
El presidente da garantías de que las reformas se harán con los sindicatos
Zapatero se presentó a los suyos con la vista puesta en los mercados, los empresarios, los sindicatos y, desde luego, en su partido, donde cundió la desorientación la pasada semana tras las idas y venidas de los anuncios del Gobierno.
Esta semana ha empezado para los socialistas mucho mejor. Zapatero, una vez más, ha tomado personalmente las riendas de la situación, aunque el día anterior, en la reunión de la ejecutiva del PSOE, algunos de sus dirigentes le pidieran que pusiera un equipo a modo de "parapeto" para protegerle de todos los dardos que contra él disparan. "Vamos a cumplir con nuestro plan de austeridad, porque la solvencia de nuestro país es evidente, la recuperación económica va a ser fuerte y nuestros mejores aliados son los agentes sociales y las fuerzas políticas que se quieran incorporar". Ésta fue la síntesis de la intervención de Zapatero, en la que se recreó en las grandes expectativas que tiene en lograr con éxito un acuerdo en torno a la reforma laboral. Precisamente enfatizó sobre la inmediatez de esta reforma en tanto que dio un bajonazo al debate de las pensiones que tanta polémica ha creado con los sindicatos y no poca inquietud en las filas socialistas. Zapatero aseguró que esta reforma no está prevista "para esta etapa", sino que hay mucho tiempo por delante para la discusión y para el acuerdo ya que se trata de garantizar las pensiones para 2025 y 2030.
Pero no hubo apenas debate en la reunión. El portavoz parlamentario, José Antonio Alonso, advirtió que el presidente tenía que irse antes de las once. Zapatero habló durante 50 minutos, hasta poco antes de las diez y media. En ese tiempo, sólo pudieron intervenir tres parlamentarios de los más de veinte que pidieron la palabra. Los que suelen ser más duros se quedaron sin hablar. Manuel de la Rocha, vinculado a UGT y muy crítico con la posibilidad de ese aumento de las pensiones, alzó la mano pero se quedó sin hablar. Tampoco tuvo ocasión de intervenir el diputado de Izquierda Socialista Juan Antonio Barrio de Penagos. Tuvieron más suerte Isabel López Chamosa, del PSC; Txiki Benegas, veterano parlamentario vasco, y Arcadio Díaz Tejera, senador de Gran Canaria.
Los dos primeros mostraron un apoyo cerrado a la política del Gobierno y expresaron el sentir general de apoyo a su política por la necesidad "de la continuidad en el tiempo del proyecto socialista", aseguran que dijo Benegas. Ambos apelaron también a la unidad interna. El senador canario abogó por normas de control de los sistemas financieros. Zapatero quitó dramatismo en el tono al ataque de los especuladores pero sí mencionó su existencia. Lo cierto es que tanto De la Rocha como Barrio de Penagos no iban a ser críticos con el Gobierno una vez que Zapatero había pospuesto el debate de las pensiones al acuerdo con los sindicatos.
De la Rocha declinó ayer hacer comentarios aunque Barrio de Penagos expresó su decepción, junto a otro diputado, José Antonio Pérez Tapias, también de Izquierda Socialista, por no tener la palabra. "Está bien no perder la confianza de los mercados pero conviene no perder la de los ciudadanos", iba a decir Barrio de Penagos. Estos diputados recalcan su apoyo al presidente. Y Zapatero lo notó de todos. "No creo que nunca otro secretario general haya sentido el apoyo que yo siento de vuestra parte", agradeció.
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