Los premios Goya van de la cárcel al ágora

Celda 211, de Daniel Monzón, contra Ágora, de Alejandro Amenábar. Y de gran tapada, como quien no quiera la cosa, El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella. La candidatura de los premios Goya, que ayer leyeron Paz Vega y Javier Fesser, acompañados de los comentarios jocosos del presidente de la Academia del Cine, Álex de la Iglesia, dejaron sensación de competición abierta, o al menos de varias películas con posibilidades. Y que la Academia ha decidido en esta 24ª edición que a las principales candidaturas opten filmes con tirón en taquilla. Si Celda 211 obtuvo 16 selecciones y Ágora, 13, no muy atrás quedaron El secreto de sus ojos (9), El baile de la victoria, de Fernando Trueba (9), y Gordos, de Daniel Sánchez Arévalo (8). Las cuatro primeras competirán por las estatuillas al mejor filme y al mejor director.

El filme favorito costó tres millones de euros y ya lleva recaudados diez

La Academia la componen 1.200 socios de los que votan unos 300

Además, bastante culpa de ellas es que la cuota de mercado del cine español llegue al 13,72% hasta el pasado 15 de noviembre, cuando se computaron los últimos datos. Si Avatar lo permite, el cine español -con picos de hasta un 40% del total de espectadores en octubre- podría haber acabado el año cerca del 14% y así remontaría la caída de pasadas temporadas. Entre las mencionadas, Planet 51, Spanish movie y el inicio del año que marcaron Mentiras y gordas y Fuga de cerebros, y, a mitad de curso, Los abrazos rotos, de Pedro Almodóvar, 2009 podría haber sido un buen año, con Oscar a Penélope Cruz incluido, si no fuera porque los últimos tiempos del cine español se parecen a la fórmula 1 en eso de que "si parpadeas, se lo van a perder". Los conflictos que rodean la orden ministerial que desarrolla la Ley del Cine -en un impasse hasta el visto bueno, o no, de la Comisión Europea-, con partidarios y detractores, éstos más organizados bajo el nombre Cineastas contra la Orden; la posible inconstitucionalidad del 5% que por ley deben las televisiones invertir en filmes españoles; cualquier comentario procedente del Ministerio de Cultura, estilo "El cine español tiene ágoras y peliculitas", de Ignasi Guardans, director del ICAA, el Instituto del Cine; o el problema de las descargas por Internet, que en realidad no sólo atañe al cine. A pesar de todo este ruido, la taquilla y los premios han empujado a la industria. Ayer, Telecinco se marcó un récord: 32 candidaturas sumadas sus producciones finalistas (Ágora, Celda 211, Spanish movie y Che: guerrilla). Álvaro Augustín, productor de cine de la cadena, aseguró: "Es probable que hayamos logrado el 40% de la taquilla del cine español. Sobre la posible inconstitucionalidad del 5%, tengo que recordar que sale de la facturación, no de los beneficios; que es una vieja reivindicación de las televisiones, que considero justa, y que lo único que podemos hacer es sentarnos y esperar al dictamen del Tribunal Constitucional".

Augustín forma parte de Ágora (21 millones de euros de recaudación tras 50 millones de presupuesto, estreno internacional) y de la peliculita Celda 211, que ha recaudado casi 10 millones de euros cuando costó cerca de tres. Otro de los productores del largometraje de Monzón, Juan Gordon, comentó: "Hemos perdido el pudor a hacer filmes que sean cercanos a la audiencia. Los productores nos acercamos más a lo que el público quiere, aunque en la producción de cine el riesgo es intrínseco a nuestra actividad". Y en cuanto al 5% de las televisiones, apuntó "No creo en el catastrofismo. El cine da prestigio a las televisiones... aunque si se acaban las fuentes de financiación, buscaremos otras. Lo importante es cuidar las películas".

El otro equipo en discordia, el de Ágora, apareció capitaneado por un somnoliento Alejandro Amenábar. "Ayer hacíamos apuestas sobre si estábamos entre 7 y 11. Estas 13 están muy bien". Para el director, "el gran milagro ha sido poder hacer esta película. Y nos hemos llevado un alegrón con el cariño del público". A Amenábar le tocó lidiar con una de las cuestiones del día: Los abrazos rotos, de Pedro Almodóvar -que abandonó la Academia hace unos años-, sólo ha obtenido cinco candidaturas. "Que si Pedro sí, que si Pedro no. Los académicos votan lo que piensan es lo mejor. Este año, en las candidaturas principales hay gente muy buena. Por supuesto que deseo que Pedro vuelva a esta casa, pero a veces nos olvidamos de que él ya ha ganado goyas. Yo, que también me siento muy bien tratado en estos galardones, he pasado igual que él por grandes decepciones [Abre los ojos tenía 10 candidaturas y salió de vacío de la ceremonia]". Peor le ha ido a Isabel Coixet y su Mapa de los sonidos de Tokio, con una única candidatura: al mejor sonido.

La tapada es El secreto de sus ojos, que podría hacer doblete con los Goya a la mejor película y al mejor filme hispanoamericano. La Academia la componen unos 1.200 socios, y oficialmente nunca se sabe cuántos votan. Dos académicos, que prefieren mantener el anonimato, aseguran que no lo hacen mucho más de 300. Y ahí comienzan los lobbies, las presiones, las llamadas de familia... El secreto de sus ojos es una de las grandes películas del año, y no obtuvo su recompensa en el Festival de Cine de San Sebastián: podría ser el momento del resarcimiento. Ricardo Darín sería otro posible doblete, como mejor actor, por este largometraje, y como mejor secundario, por El baile de la victoria.

De los que pasaron por la sede de la Academia, la felicidad de Daniel Sánchez Arévalo era exultante. Junto a tres de sus actores, festejaba las ocho candidaturas de Gordos. "Seis han sido para el reparto. Han reconocido que actores de registros muy diferentes -porque yo quería gente muy distinta- han logrado esa coherencia en un proceso muy largo, un año de rodaje, y que ha supuesto un gran compromiso por su parte".

En cuanto al resto de las candidaturas, no hubo más sorpresas que la típica rectificación de la Academia: una persona no puede obtener más de una candidatura en una misma categoría. Así que a las tres horas de abrir el sobre hubo que modificar a los seleccionados en el apartado a mejor dirección artística. El cónsul de Sodoma perdió una selección, El secreto de sus ojos ganó otra. Ese proceso sigue sin mejorar, haya nuevas o viejas órdenes ministeriales.