Carod rompe el compromiso de bajar el presupuesto para las selecciones

Ni la crisis económica ni el compromiso del tripartito a comienzos de la presente legislatura de reducir las subvenciones para las selecciones deportivas catalanas han hecho cambiar de planes a Josep Lluís Carod Rovira. El Departamento de la Vicepresidencia ha vuelto a corresponder este año con 1,2 millones de euros a las federaciones catalanas para su promoción exterior. La cifra, similar a la de otros años, se destina en buena parte a deportes ultraminoritarios que, o bien han logrado reconocimiento internacional o bien están en vías de hacerlo, como son el korfball, el icestock y los bolos.

Tras meses de controversia en el Parlament por el destino de las subvenciones del departamento de Carod, responsable de áreas como deportes, promoción del catalán y de los casals en el exterior, esta semana éstas aparecieron publicadas en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC) con todo lujo de detalles.

En general, el Gobierno catalán ha optado por dar a las federaciones las mismas subvenciones que el año pasado y el anterior. En 2007, el Gobierno catalán anunció que se disponía a reducir las subvenciones para las selecciones deportivas. Lo dijo el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, ejerciendo como portavoz del Ejecutivo. Pero desde entonces no ha habido cambio alguno. "Este año se ha dado una cifra similar a la de 2008", admitieron ayer fuentes del Departamento de la Vicepresidencia.

Al tener como objetivo político prioritario el reconocimiento internacional de las selecciones catalanas, Carod ha optado por subvencionar más aquellos deportes que han conseguido inscribirse en federaciones internacionales o que están en vías de hacerlo. De esta manera, deportes prácticamente desconocidos en Cataluña como el icestock, una suerte de bolos sobre hielo, tendrán una subvención de 7.800 euros. El fistball, se lleva 50.000 y el pitch and putt, 25.570.

Más allá de las subvenciones a los deportes, el DOG también recopiló las ayudas a las entidades de promoción de la lengua catalana en el exterior. Así, las escuelas que enseñan en catalán en el sur de Francia, las bressoles, se llevaron 625.000 euros; un instituto de Perpiñán fue subvencionado con 30.000, mientras que la Fundación Escuela Valenciana se llevó 290.000 euros. También se han subvencionado entidades que fomentan el catalán en Alguer (Italia), en el Matarraña (Aragón), en Ibiza y en Elche. Estas cifras van al margen del presupuesto ordinario del Instituto Ramon Llull para fomentar la enseñanza del catalán en el exterior en una función parecida a la que hace el Instituto Cervantes con el castellano en todo el mundo.

El Departamento de la Vicepresidencia también ha sido especialmente generoso con entidades vinculadas al mundo independentista, algunas de ellas vinculadas directamente a Esquerra Republicana, el partido de Josep Lluís Carod Rovira. Así, la fundación Irla ha logrado 16.000 euros, y la asociación Acampada Jove, próxima a las juventudes de ERC, se llevó 20.000 euros para organizar un concurso musical.