El director de Greenpeace España "mantiene la moral alta" en prisión
Juan López de Uralde, el director de Greenpeace España que permanece encarcelado en Copenhague desde el pasado jueves, se encuentra en buen estado de salud y mantiene la moral alta "porque la razón nos asiste", según manifestó ayer el abogado de la organización ecologista José Manuel Marraco. Uralde está en prisión preventiva junto con otros dos activistas, uno de nacionalidad suiza y otro holandesa, por haber interrumpido en la recepción oficial de los jefes de Estado reunidos en la Cumbre del Clima.
Uralde y sus compañeros están acusados de desplegar una pancarta en la alfombra roja denunciando lo que consideran escasa actividad de los líderes ante la urgencia de la lucha contra el calentamiento global. Están acusados de falsificación de documentos, de pretender ser una autoridad pública, de entrar sin permiso en lugar privado y de alterar un acto con presencia de la reina. Junto con dos activistas más, el jueves consiguió entrar en la recepción oficial de los 120 jefes de Estado y desplegar una pancarta en la alfombra roja.
Un grupo de personas se encuentra en la cárcel Vestre Faengsel realizando una vigilia para solicitar su liberación. López de Uralde permanecerá en prisión preventiva hasta el 7 de enero. El director de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, ha declarado: "El mundo se enfrenta a una trágica crisis de liderazgo. En lugar de trabajar conjuntamente para asegurar el futuro de cientos de millones de personas adoptando un acuerdo histórico que evite un caos climático, los líderes mundiales de los países más poderosos han traicionado al futuro y a las próximas generaciones".
Greenpeace no considera el Acuerdo de Copenhague un paso adelante. No contiene medidas firmes para reducir las emisiones en los países en desarrollo. Es una gran concesión a las industrias contaminantes, especialmente en el sector de los combustibles fósiles, que han estado presionando para debilitar el acuerdo y ahora tienen licencia para continuar emitiendo gases de efecto invernadero. Según la organización ecologista, hay unos pocos puntos aceptables ya que contiene el establecimiento de un nuevo Mecanismo de Financiación Climático y acuerda la necesidad de financiación a largo plazo, más de 100 billones de dólares (73.000 millones de euros) para permitir que los países empobrecidos protejan sus bosques, apliquen medidas para reducir sus emisiones de CO2 y puedan adaptarse a los impactos del cambio climático.
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