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Secuestro de tres cooperantes

"Confiamos en el Gobierno pero no podemos cruzarnos de brazos", dicen los cooperantes

"Discreción". Fue el alcalde de Barcelona, el socialista Jordi Hereu, quien lanzó la consigna ayer. Esa es "la gran contribución" que los integrantes de la caravana de la ONG Acció Solidària pueden hacer a la liberación de sus tres compañeros, que Al Qaeda retiene en el Sáhara, dijo Hereu tras dar la bienvenida a 38 de ellos en el aeropuerto de El Prat. Regresaron ayer y se encontraron con numerosas muestras de solidaridad. Entre ellas, la de la comunidad musulmana en Cataluña.

Aplausos, abrazos y llantos irrumpieron poco después de las diez de la mañana en la terminal del aeropuerto. "¿Han sido liberados?", se preguntaron ante este panorama dos turistas italianas. Pero no. "Hemos cumplido un objetivo. Pero nos faltan tres personas", dijo el coordinador del convoy de ayuda humanitaria, Toni Camps.

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Hereu, cuya esposa colabora con la ONG y se había unido a la expedición hace varios días, proclamó el "orgullo" por la misión cumplida -el reparto de 107 toneladas de material humanitario-, pero recordó: "Hoy no es un día para celebrar".

Los cooperantes y sus allegados llevaban aprendida la consigna de la discreción. Así que evitaron tanto como pudieron los focos.

De las familias de los secuestrados en Mauritania no hay ni rastro desde que se produjo el rapto. Eso sí, sus portavoces aseguran que mantienen contactos habituales con la secretaria de Estado de Cooperación, Soraya Rodríguez.

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"Confiamos en el Gobierno", reiteró ayer uno de los portavoces de la caravana, Josep Ramon Giménez. Pero añadió que no se relajarán tras su regreso: "No podemos cruzarnos de brazos y esperar". Así que dejó claro que está dispuesto a no cejar hasta lograr la liberación de sus tres compañeros, aunque es consciente de sus limitaciones: "Poco podemos hacer".

Tampoco pueden hacer nada los dos cooperantes que la ONG dejó de retén en la capital mauritana, Nuakchott, para mantener contacto diario con la Embajada española allí y seguir de cerca el secuestro. Se prevé largo, así que volverán en los próximos días, anunciaron en la ONG.

La reivindicación del rapto por parte de Al Qaeda del Magreb Islámico movilizó a las comunidades musulmana y árabe en Cataluña. La organización más arraigada de esta fe, el Consejo Islámico, y otras tres entidades se declararon en un comunicado "indignadas" por el secuestro, "contrario a los mandamientos de la fe", y reivindicaron un "islam moderado e integrador".

Además, grupos árabes y paquistaníes quieren concentrarse en solidaridad con los cautivos el sábado en el corazón de Barcelona, junto al Belén municipal. "Estamos doblemente indignados: como árabes y como ciudadanos catalanes", dijo un miembro de la asociación palestina.

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