Al Qaeda vincula a los rehenes con sus presos
Los secuestrados están "bien" y en lugar "seguro"
"Vamos a hacer todo lo que está a nuestro alcance para parar vuestro poderío y conseguir la libertad de nuestros detenidos y torturados en vuestras cárceles". Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), la organización terrorista que el 29 de noviembre secuestró a tres cooperantes catalanes en Mauritania (Alicia Gómez, Roque Pascual y Albert Vilalta), vinculó ayer, por vez primera, su suerte a la de los islamistas presos en España y Francia. Lo hizo a través de un extenso comunicado difundido por varios foros yihadistas en Internet y firmado por Al Andalus, la oficina de propaganda de la sucursal magrebí de Bin Laden.
El texto, fechado el pasado día 7, va más allá del escueto mensaje de audio reproducido el martes por la cadena qatarí de televisión Al Jazeera, pues asegura que los cuatro secuestrados -los tres españoles y el francés Pierre Camette, capturado el 25 de noviembre en Malí- están "bien de salud" y son tratados "conforme a la ley islámica". Añade que tanto éstos como sus captores se encuentran ya "en sus bases de seguridad".
Zapatero pide "firmeza, prudencia y cooperación" para resolver el caso
La propia difusión del mensaje es la confirmación, a juicio de los servicios de inteligencia, de que los secuestradores han llegado ya con sus rehenes a un lugar seguro, en el norte de Malí. La rapidez con que se ha producido la reivindicación, sólo nueve días después de la captura de los cooperantes catalanes, refleja también su facilidad para cruzar la frontera de Mauritania, eludiendo el dispositivo puesto en marcha por el país magrebí.
El presidente mauritano, Mohamed Ould Abdel Aziz, admitió ayer que las fuerzas de seguridad de su país tienen "deficiencias" evidentes, tanto en su gestión como en su equipamiento, y se excusó alegando que estos problemas, que se arrastran desde hace años, "no se resuelven en su solo día". La prueba de esta ineficacia -que costó el puesto al jefe de la Gendarmería mauritana- es que ni siquiera se siguió el rastro de los vehículos de los secuestradores por el desierto, pese a que la alarma se dio casi de inmediato. Fuentes de la Guardia Civil confirmaron ayer que el helicóptero destinado en Nuakchot y el avión que se desplazó desde Senegal a la capital mauritana nunca llegaron a participar en el dispositivo de búsqueda, ya que Mauritania declinó la oferta española.
Una vez que los terroristas se han refugiado en su guarida, sólo cabe esperar, según las fuentes consultadas, la apertura de un proceso de negociación. Al Qaeda se limitó a anunciar ayer que "más adelante" informará a España y Francia "de las demandas de los muyahidin". Se espera que en las próximas semanas los terroristas den a conocer sus reivindicaciones, que podrían ser sólo de carácter económico o incluir, como sugiere su comunicado, la liberación de presos.
Fuentes próximas a los servicios de inteligencia alegan que el hecho de que Al Qaeda haya reivindicado a la vez el secuestro de los tres ciudadanos españoles y del francés no significa que estén juntos ni que la negociación sea conjunta. Por el contrario, se espera que la red terrorista se dirija por separado a los dos gobiernos con demandas diferentes. Aun así, los servicios de inteligencia de los dos países colaboran intensamente e intercambian información.
El Gobierno no quiere adelantar acontecimientos pero recuerda que todos los rehenes occidentales capturados por la sucursal magrebí de Al Qaeda fueron liberados tras un largo secuestro y, presumiblemente, previo pago de rescate. La excepción fue el ciudadano británico Edwin Dyer, de 61 años, asesinado el pasado 31 de mayo en el norte de Malí después de que el Gobierno de Londres se negara a poner en libertad al imán jordano Abu Qutada, conocido como el Predicador del Odio.
Las fuentes consultadas señalan que nunca se ha excarcelado a ningún islamista preso en Occidente como contrapartida por la puesta en libertad de un rehén, pero en cambio sí ha habido "jugadas a tres bandas" en las que algunos fundamentalistas, recluidos en prisiones africanas, han sido puestos en libertad por la presión de países occidentales de los que procedían los rehenes cuya vida estaba en juego.
Los mismos expertos creen que el carácter de la contrapartida que se exija a cambio de los tres cooperantes españoles y del rehén francés será objeto de una compleja negociación entre los cabecillas de la rama local de Al Qaeda y, muy probablemente, requerirá el visto bueno de la cúpula de la organización, asentada en las zonas tribales del oeste de Pakistán. De ser así, carecería de relevancia el hecho de que los cooperantes estén en manos del sector más radical del AQMI (encabezado por Abdelhamid Abu Zeid) o del supuestamente menos sanguinario (dirigido por Mokhtar Belmokhtar).
El presidente José Luis Rodríguez Zapatero aseguró anoche que el Gobierno ha "puesto en marcha todos los recursos" de que dispone para liberar a los tres cooperantes y subrayó que ello incluye la colaboración con Mauritania, con la que España mantiene una "sólida y fluida relación bilateral", y con otros países de África occidental.
Frente a "quienes llaman debilidad a apostar por el diálogo" con los gobiernos y organizaciones internacionales y por "el entendimiento y la solución pacífica de los conflictos", defendió que "estos instrumentos son los que proporcionan seguridad" a un país como España, con fuertes vinculaciones en África.
"Contra el terrorismo no hay caminos cortos, hay, y debe haber, firmeza, prudencia, cooperación internacional, aislamiento social, utilización de todas nuestras capacidades, y esto es lo que, de la mano del ministro [de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel] Moratinos, venimos haciendo", concluyó Zapatero, en la inauguración de un coloquio sobre abolición de la pena de muerte.
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