_
_
_
_
_
Crisis en Innovación

Destituido el 'número dos' de Ciencia en pleno recorte de fondos

El Gobierno releva a Carlos Martínez por desavenencias con la ministra Garmendia - Felipe Pétriz asume el cargo y el impulso de la nueva ley

El equipo del Ministerio de Ciencia e Innovación que estrenó este departamento hace poco más de año y medio con Cristina Garmendia a la cabeza, se rompió ayer, tras meses de desavenencias internas al más alto nivel, con el cese del secretario de Estado, Carlos Martínez, y el nombramiento en su lugar de Felipe Pétriz, procedente del Ministerio de Educación. El Consejo de Ministros decidió el relevo a menos de un mes de que España asuma la presidencia semestral de la UE y en un momento difícil para Ciencia e Innovación, que afronta un duro recorte presupuestario para el año que viene -que ha soliviantado a los investigadores y que ha merecido duras críticas en revistas como Nature- y tiene empantanada la nueva Ley de Ciencia tras un año de trabajos.

Martínez: "Estoy abierto a cualquier oferta en el entorno científico"
"Es síntoma de lo mal que funciona el ministerio", dice el PP
Más información
Un gestor dialogante

En cinco años, Rodríguez Zapatero ha tenido tres ministras responsables de la ciencia y cuatro secretarios de Estado de Investigación, incluido Pétriz, que regresa al ministerio del que había sido director general de Universidades hasta que, en abril de este año, pasó a ocupar el puesto de director general de Política Universitaria en el Ministerio de Educación, al ser nombrado ministro Ángel Gabilondo.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, agradeció ayer "el extraordinario trabajo" realizado por Martínez, en este tiempo "poniendo en marcha el nuevo Ministerio de Ciencia de Innovación". Científico dedicado a la biología, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Martínez fue presidente de este organismo público durante cuatro años, antes de asumir este cargo en el ministerio creado por Zapatero tras su segunda victoria electoral. El jueves por la noche le fue comunicado el cese, cuando estaba en Bruselas.

Martínez dice que se va satisfecho de su gestión. Considera y así se lo confesó ayer a EL PAÍS que ha completado un buen número de objetivos. Entre ellos, la creación de una dirección general de relaciones internacionales, la reordenación del mapa de infraestructuras científicas singulares y el haber aunado en un ministerio la mayor parte de la financiación de la ciencia. Sí admitió un punto negro. Es verdad que la ley de la ciencia, dijo, "se ha retrasado un poco". Ya se está ultimando el borrador con Presidencia, explicó.

"Estos puestos tienen periodo de caducidad", añadió Martínez, sin ahorrar alabanzas para su equipo. Ahora piensa volver a sus "orígenes, a la ciencia". "Como la cosa se ha precipitado no tengo planes concretos inmediatos, los tenía para más adelante, planes de irme al extranjero tal vez con un año sabático". Martínez no se cierra a nada, ni a la posibilidad de desempeñar algún cargo en la Comisión Europea. "No descarto ninguna posibilidad. Estoy abierto a cualquier oferta siempre y cuando sea en el entorno científico y de creación de conocimiento".

La secretaría de Estado que deja Martínez y asume Pétriz tiene responsabilidad sobre dos grandes ejes del sistema científico español: el Plan Nacional de i+D y los Organismos Públicos de Investigación. El recorte del 15% que contempla el presupuesto para 2010 diseñado por el Gobierno y actualmente en trámite parlamentario en el Senado, ha suscitado las críticas generalizadas en la comunidad española de I+D, desde academias, a asociaciones de jóvenes investigadores y sociedades científicas. El malestar creado salió a la luz en un durísimo editorial publicado el mes pasado por la prestigiosa revista británica Nature, que achacaba la situación crítica a la inexperiencia política de Garmendia.

Juana Serna diputada del PSOE, comentó ayer que Ciencia e Innovación "entra en una nueva etapa en la que se camina hacia un nuevo modelo productivo basado en la i+D+i y, además, tiene que llevar a buen término la Ley de la Ciencia, Garmendia ha elegido a la persona que considera adecuada para estos cometidos".

La visión del PP no es tan esperanzadora. "El cese es un síntoma de lo mal que funciona y ha funcionado el Ministerio de Ciencia e Innovación en su año y medio largo de vida", comentó ayer Gabriel Elorriaga, diputado del PP encargado de la política de I+D. "Han cambiado recientemente a una subsecretaria, ahora al secretario de Estado, ha sufrido los fuertes recortes presupuestarios... La creación del ministerio sólo ha traído problemas. ¿Qué pasa ahora con la ley de la ciencia? Yo pido una hoja de ruta que nos permita saber a qué atenernos".

Carlos Martínez, durante su intervención en un curso de la UAM/EL PAÍS en Alameda del Valle.
Carlos Martínez, durante su intervención en un curso de la UAM/EL PAÍS en Alameda del Valle.SANTI BURGOS

20 meses de agitada existencia

En sus 20 meses de vida, el Ministerio de Ciencia e Innovación ha sufrido ya dos fuertes terremotos internos. El primero, el pasado abril. Cuando aún no había cumplido un año de vida, se quedó sin parte de sus competencias, las universidades, que pasaron a depender de Educación. Ahora, tras dos meses agitados en el mundo de la I+D por los fuertes recortes del presupuesto para 2010, ha sido destituido el secretario de Estado responsable precisamente de la ciencia, mientras que queda en su puesto el otro pilar de la estructura ministerial, el secretario general de Innovación, Juan Tomás Hernani, más próximo a Garmendia. El ministerio, presentado por Zapatero en abril de 2008 como potente eje del cambio de modelo productivo apoyado en la I+D+i, está resultando no serlo tanto.

El pulso interno por el poder entre Garmendia y Martínez no ha sido precisamente un elemento de robustez y estabilidad. Ambos son cofundadores de la empresa de biotecnología Genetrix.

Objetivo prioritario de Ciencia e Innovación desde el primer momento fue elaborar una nueva Ley de la Ciencia, y a ello se puso el cesado Martínez al poco de estrenar el cargo de secretario de Estado. A finales de 2008 estaba trabajando la comisión de expertos que preparó el primer borrador, no sin fuertes debates y oposición al plan de Martínez de reagrupar todos los organismos públicos de investigación en uno solo, un Super-CSIC, que a su vez se subdividiría en tres grandes áreas. Los expertos rechazaron esta propuesta, que ya había defendido en público Garmendia.

El borrador de la ley se acabó a principios de ese año, y, desde entonces, pese a los repetidos anuncios de "antes del verano, inmediatamente después del verano o a finales de este mes", sigue en elaboración.

Un ministerio en apuros

- Abril de 2008. Creación del Ministerio de Ciencia e Innovación, tras la segunda victoria electoral de Rodríguez Zapatero. El departamento nace con el objetivo de potenciar las políticas de I+D y aunar los esfuerzos y la financiación del sector.

- Septiembre de 2008. Conflicto con el Ministerio de Industria, dirigido por Miguel Sebastián, por las competencias de la I+D espacial y la representación de España en la Agencia Europea del Espacio. Gana Industria.

- Marzo de 2009. Desaparece la Secretaría de Estado de Universidades, dirigida por Marius Rubiralta, en Ciencia e Innovación. Las competencias y el propio Rubiralta pasan al Ministerio de Educación.

- Septiembre de 2009. El borrador del Presupuesto del Estado para 2010 contempla recortes en I+D+i, que provocan la alarma en la comunidad científica. En la propuesta del Gobierno, el departamento de Garmendia sufre el mayor recorte presupuestario (un 15%) de todos los ministerios.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_