"Podemos erradicar en 2015 la transmisión madre-hijo"
El Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria tiene un problema de 5.000 millones de euros. Es lo que hace falta para poder continuar sus proyectos en 2010. Lo sabe muy bien su director, Michel Kazatchine, consciente, además, de la crisis económica. La situación compromete la sostenibilidad de los proyectos.
Pregunta. Falta dinero. ¿Cómo solucionarán este problema sin cancelar los proyectos?
Respuesta. En octubre de 2010 habrá una nueva conferencia de reabastecimiento y hemos decidido utilizar en 2010 los fondos previstos para 2011, algo que hacen muchos Gobiernos. En la conferencia de reabastecimiento de 2007 el Fondo recibió para 2008-2010 un total de 10.000 millones de euros. Estimamos que necesitaríamos 15.000 millones para los tres años, pero sólo recibimos 10.000 millones. Ahora vemos que nuestros cálculos eran correctos, pero que sólo tenemos 10.000 millones.
"Sería una tragedia que los países redujeran sus ayudas"
P. Pero estas predicciones se realizaron antes de la crisis.
R. No debemos olvidar que la crisis económica afecta tanto a los países donantes como a los que reciben los fondos, que tienen más difícil mantener sus programas sociales y sanitarios. A fecha de hoy, ningún donante ha cancelado su aportación al fondo, excepto Holanda, que la ha reducido. Es más, algunos como EE UU, Bélgica o Kuwait han incrementado su contribución. Se respetarán los acuerdos de 2007.
P. ¿Qué pasará en la conferencia de 2010?
R. Estamos preocupados sobre el impacto que podrá tener sobre ella la crisis económica. Tememos que como los países han visto reducidos sus ingresos, eso repercuta en el fondo. Y sería una tragedia, porque estamos empezando a ver los resultados de nuestros proyectos: millones de personas están recibiendo tratamiento para el VIH/sida, se ha reducido la mortalidad por sida, por malaria... Hemos demostrado que si el mundo actúa de una forma conjunta se pueden obtener grandes resultados en el tratamiento del sida. No hay que olvidar que hace apenas cinco años sólo 300.000 personas recibían tratamiento antirretroviral en los países pobres. Hoy día son más de cuatro millones. Si los donantes mantienen o aumentan sus contribuciones, en 2015 podremos haber suprimido la transmisión madre-hijo del VIH. Por eso, la conferencia de 2010 es crítica; si no obtenemos la financiación, no podremos obtener los objetivos del milenio. Y nuestro sistema es capaz de lograrlo siempre que se mantenga y se expanda, pero para eso hace falta dinero, que desde luego es mucho menos del que los Gobiernos de los países ricos han dado a los bancos para sostener el actual sistema financiero en Occidente.
P. ¿Y cómo pueden convencer a los países pobres?
R. También los países en desarrollo tienen objetivos. En 2001 determinaron que para 2010 el gasto sanitario sería el 15% de sus presupuestos. Algunos han ido en esta dirección, como Burkina Faso, pero otros están muy lejos de alcanzar estos objetivos. Además, si se mueven en esa dirección, obligarán a los donantes a actuar. Hemos demostrado que los recursos que administramos pueden salvar 3.000 vidas al día, 100.000 al año.
