Molesta memoria
Franco murió matando. Dos meses antes de desaparecer de este mundo no tuvo empacho en aceptar el fusilamiento de cinco jóvenes condenados por actividades terroristas. El documental Septiembre del 75, que acaba de estrenarse tras obtener premios en el reciente festival de Valladolid, habla de las circunstancias de aquel juicio sumarísimo, de la falta de pruebas contra los condenados, de sus irregularidades... Los jueces tenían prisa por redactar sentencias ejemplares en aquel ambiente caldeado por los atentados y revueltas callejeras que estaban dando el golpe de gracia al franquismo. A pesar de las protestas internacionales (incluida la del Papa), la sentencia fue firme.
Entre los ejecutados, el vigués de 24 años Xosé Humberto Baena, militante del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), a quien básicamente se dedica este documental, que nunca reconoció ser el autor de los disparos que acabaron con la vida de un policía, ni nadie pudo demostrar que hubiera sido él: ni siquiera se encontraba en el lugar del crimen. Sus padres, en primer lugar, y, ahora, su hermana, siguen luchando por demostrar su inocencia, pero poco apoyo reciben. Son cosas del pasado que mejor no remover, ya se sabe. La recuperación de la memoria histórica es un fastidio, aunque haya una ley que la ampare. Sin embargo, este documental hecho en cooperativa y otros que están por venir no quieren que el olvido oscurezca para siempre momentos significativos de nuestro pasado reciente.
Aun cuando en la Seminci Septiembre del 75 tuvo tanto éxito que necesitó de proyecciones suplementarias, hay quien protesta, incluso en la prensa, porque el cine español se ocupe de estos temas, aunque lo haga con cuentagotas (hace ya 18 años que García Sánchez realizó una película sobre este mismo tema, La noche más larga), y en consecuencia, puede que la película no despierte el mismo interés que entre los jóvenes de Valladolid en las escasas y pequeñas salas donde ha podido estrenarse.
Hay mucha oferta en la cartelera más acorde con la necesidad de espectáculo, más proclive al éxito..., muy merecido, por cierto, el que, como ya se sabe, está obteniendo la excelente Celda 211. Pero hay sitio para otras propuestas, y este documental bien merece conocerse.
Babelia
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