En pie de guerra con Afganistán
De estarlo o de incitarnos a ello el Gobierno podría "provocar una violenta reacción pública", según supone muy bien Edward Burke (EL PAÍS, 26-10-09).
Con naturalidad, casi con pulcra desvergüenza, este investigador en el FRIDE, quiere convencernos de que España se implique en esta guerra. La mayoría de los españoles, señor Burke, lo tenemos claro: toda guerra es una monstruosidad y ésta es injusta e inmoral. No se esfuerce en marcarnos pasos, estrategias y esfuerzos diplomáticos hasta llegar a la victoria. La historia y la práctica de la política real hablan por sí solas y enseñan mucho. ¿Usted qué aprende? Estudie otros puntos de vista y lance propuestas para que el diálogo entre Obama y Zapatero no tenga que pasar por sostener -y aún tener que justificar- esta aterradora iniquidad. No dude de que Afganistán va a ser todo un test para calibrar una vez más la oprimente estructura del imperio estadounidense. ¿Podrá el bueno de Obama -y no dudo qué él lo haría- deshacerse de ese mortal laberinto? Ayúdele.
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