Obama declara el estado de emergencia sanitaria por la gripe A
La enfermedad ha causado más de mil muertes y afecta a 46 de los 50 estados
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha declarado la emergencia sanitaria nacional debido a la gripe A, conocida como H1N1. Hasta la fecha, la enfermedad se ha cobrado más de 1.000 vidas -100 de ellas niños-. El objetivo último de la declaración de emergencia es reducir al mínimo las trabas burocráticas y autorizar a la secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, a que pueda circunvalar ciertos requisitos federales de modo que las autoridades sanitarias puedan responder con más eficacia al brote. Los centros médicos podrán crear hospitales de campaña en los que se haga un diágnóstico exclusivo a los pacientes aquejados de esta dolencia.
La Casa Blanca anunció ayer que el presidente firmó la declaración el viernes a última hora e inmediatamente informó al Congreso de su decisión.
La medida permite reducir al mínimo la burocracia para combatir el brote
El contagio es similar al del virus estacional, pero más rápido
"He ejercitado mi autoridad para declarar una emergencia nacional con el fin de estar preparado en caso de un rápido incremento de la enfermedad en el país que pueda sobrecargar nuestros recursos sanitarios", explicó Obama en su notificación al Congreso.
La actuación del presidente llega en gran medida también motivada por el hecho de que la gripe H1N1 se ha expandido ya en 46 de los 50 estados de la nación. El nivel es comparable al máximo de las temporadas normales de gripe, pero la propagación se ha hecho mucho antes y con más oleadas de contagio de las esperadas, según comunicó el pasado viernes el Centro de Control de Enfermedades (CDC, siglas en inglés). "Tenemos 46 estados contagiados, lo que no es raro. Sí es muy inusual estar en el tope de la temporada de gripe en octubre", dijo el doctor Thomas Frieden, director del CDC.
Este año, los estadounidenses se están vacunando más que nunca contra la gripe estacional y otro tipo de enfermedades respiratorias ante el surgimiento de la gripe porcina. Más de sesenta millones de personas han recibido la inyección contra la gripe estacional. El aumento también pude tener su explicación en que ha habido un mayor abastecimeinto de vacunas. Estados Unidos cuenta actualmente con 85 millones de dosis contra la gripe común, una cantidad mucho más elevada que la de otros años por estas fechas del otoño. La mayoría de años se utilizan apenas unos 100 millones, sumando las del otoño y del invierno.
Entre los ciudadanos existe una mayor conciencia y una mayor necesidad de prevención ante la alerta desatada y los miles de muertos en todo el mundo. Pero desde la Administración demócrata se insistía en que era importante recalcar que es "una medida de precaución y no una medida en respuesta a una novedad". El estado de emergencia es preventivo ante la sobrecarga que pueden sufrir los centros sanitarios y para que no se colapse el acceso al Medicare y Medicaid (los seguros públicos para los ancianos y la gente de pocos recursos).
El Gobierno estadounidense inicialmente esperaba contar con 120 millones de dosis de vacunas disponibles para finales de octubre, pero la semana pasada bajó esa proyección entre un 25% y un 30%, diciendo que diferentes problemas de producción limitarían el suministro del mes a 28 o 30 millones de dosis. "La producción de vacunas es mucho menor de lo que quisiéramos. No estamos ni siquiera cerca de las previsiones que teníamos para estas fechas", informaron fuentes del CDC.
Hasta el pasado miércoles, sólo 11 millones de dosis se habían distribuido a los centros médicos.
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