La Xunta sólo sancionó 15 vertidos en la ría de O Burgo desde 2002

Pese al lamentable estado en que se encuentra la ría de O Burgo, en A Coruña, la Xunta sólo ha impuesto 15 sanciones por vertidos, que acarrearon sanciones por 125.000 euros. El dato, revelado ayer en el Parlamento por la presidenta de Augas de Galicia, Ethel Vázquez, sirvió en bandeja las ironías del BNG. "Contaminar sale barato", bromeó el portavoz nacionalista, Carlos Aymerich.

La responsable de la Consellería de Medio Ambiente, que respondía en comisión a una pregunta del Bloque, replicó a Aymerich. Aunque admitió que los 125.000 euros recaudados "pueden parecer poco", argumentó que los expedientes concluyeron en muchos casos en subsanaciones del vertido, evitando así las sanciones. Las multas previstas en la legislación, en todo caso, son escasas. La futura ley de aguas que tramita la Xunta incrementará las penalizaciones hasta los 600.000 euros, recordó Vázquez.

Aymerich consideró la recaudación una cantidad insuficiente para cubrir los perjuicios causados en O Burgo, donde se produjeron "daños al sector marisquero y hostelero". "Algo habrá que hacer para que se pague y para que esa sanción sirva para la regeneración", reclamó el diputado nacionalista.

Los 15 expedientes que acabaron en sanción suponen apenas un 10% del total de vertidos inventariados, 157 en total. De ellos, 118 "fueron eliminados", garantizó la presidenta del ente público. Un total de 11 lo fueron a través de un expediente sancionador y el resto, en virtud de la colaboración de la Consellería de Medio Ambiente y los ayuntamientos implicados: Culleredo, A Coruña, Oleiros y Cambre.

Tras escuchar las cifras de Ethel Vázquez, Carlos Aymerich volvió a tirar de sarcasmo: "O sea, que la Administración conoce los vertidos, pero no quiere actuar contra ellos". El diputado del BNG, que subrayó que el reguero de aguas residuales es apreciable a simple vista, cuestionó la posibilidad de que la zona se pueda volver a abrir al marisqueo. Vázquez no dio plazos. "Se está trabajando" para mejorar la catalogación, se limitó a señalar. La presidenta de Augas sí admitió que la futura depuradora de Bens "no solucionará el problema".

En la misma comisión parlamentaria, Ethel Vázquez reconoció los problemas de funcionamiento de muchas de las 120 depuradoras que operan en Galicia, según reveló una auditoría contratada por la Xunta. El principal problema al que se enfrentan es el de la falta de capacidad, que se agrava por la infiltración de aguas pluviales que satura las estaciones. Otro de los problemas es su "infradimensionamiento". En la actualidad, la Xunta actúa en 32 nuevas depuradoras.