Competencias democráticas

La justificación oficial del sistema de descentralización de poder que suponen las autonomías es: una Administración más próxima a los ciudadanos satisface de un modo mejor sus necesidades. Para alcanzar este fin se asume como inevitable el cierto caos que provoca la pluralidad de centros directivos y un incremento abultado de la clase dirigente y de sus sueldos. La última fase del proceso, la verificación de la eficiencia de las administraciones no se hace o, al menos, no por quienes propugnaron la descentralización. En septiembre hemos conocido dos informes internacionales que evaluaban los sistemas educativos y sanitarios (competencias transferidas desde hace más de una década a las comunidades autónomas).

El resultado no puede ser más sombrío. Tan sólo México y Portugal, de todos los países de la OCDE, tienen un porcentaje de personas sin estudios obligatorios superior a España. Respecto a la sanidad, el centro de análisis Health Consumer Powerhouse (auspiciado por le Comisión Europea) dice: "El sistema de salud público en España parece incapaz de desarrollar una estrategia para mejorar el acceso y la calidad de sus servicios, lo que explica el gran desarrollo del sector privado en los últimos años".

¿Tendrán algo que ver estos deplorables resultados con el Estado de las autonomías.