La represión militar en Guinea se cobra más de 150 muertos

Las ONG y fuentes médicas elevaron ayer al menos a 157 el número de muertos y a 1.253 el de heridos en la represión policial de una manifestación de la oposición en Conakry, la capital de Guinea, el pasado lunes. Francia, la antigua metrópoli, se ha puesto al frente de la reacción internacional ante la brutal represión al anunciar el cese de la ayuda militar al régimen del capitán Musa Dadis Camara, que en 2008 dio un golpe de Estado que le otorgó las riendas del mayor exportador de bauxita del mundo. La Unión Europea y la Unión Africana discutirán hoy la adopción de medidas adicionales.

La protesta, que había sido prohibida, fue convocada por una coalición de partidos opositores en el estadio 28 de Septiembre, donde miles de manifestantes se congregaron para reclamar la renuncia de Camara.

Éste había anunciado que se presentaría a las elecciones presidenciales de enero, a pesar de su compromiso de devolver el poder a los civiles. Las fuerzas de seguridad comenzaron a disparar sobre los manifestantes. Al menos 87 cadáveres fueron recogidos del recinto deportivo.

La matanza continuó en las calles de Conakry. Numerosos relatos de testigos dan cuenta de violaciones de mujeres en público y disparos indiscriminados a la muchedumbre. Algunas víctimas fueron asesinadas a golpes de bayonetas. Entre los cientos de personas que resultaron heridas, se encuentran dos ex ministros y líderes de la oposición, Cellou Dalein Diallo y Sidya Touré, cuyas casas fueron saqueadas por los militares.

Camara rechazó asumir la responsabilidad de la matanza, que achacó a sectores de las fuerzas armadas fuera de su control.

A pesar de sus abundantes recursos naturales, Guinea es uno de los países más pobres del continente. Los analistas llevan tiempo advirtiendo del riesgo de que la ausencia de un sucesor a su autoritario presidente le convierta en un Estado fallido.