Sótanos inundados y barro en los garajes del sur de la región
La tormenta de la noche del lunes cogió a Jaime Carmona en una rotonda de Valdemoro. Ayer lo podía contar, pero el agua subió a la altura de la ventanilla de su coche. Casi a la misma hora, Amlhay Jalal se dedicaba a achicar agua del local donde tiene la frutería, en Parla.
Los teléfonos del 112 sonaron durante toda la madrugada del lunes. Hasta 200 avisos por inundaciones. La tormenta que descargó sobre la Comunidad afectó sobre todo a los municipios del sur de la región. Los bomberos tuvieron que hacer más de un centenar de salidas para tratar de achicar agua de sótanos, garajes, naves y bajos inundados.
Las localidades más afectadas por las lluvias fueron Valdemoro, Parla, Humanes, Colmenar de Oreja y Rivas-Vaciamadrid. En todas ellas, además, hubo problemas en las carreteras debido a las balsas de agua que se formaron en la calzada. El corte más importante se registró en la A-4, a la altura de Valdemoro. También hubo problemas en la M-480, la carretera que une Parla y Pinto.
Ayer tocaba hacer balance de los daños. Muchos vecinos se pasaron el día limpiando barro y sacando cubos de agua de sus sótanos.Resueltos los problemas en las carreteras, ayer los bomberos seguían achicando agua de viviendas, almacenes y polígonos industriales. Quizás el municipio en el que hubo más problemas fue Valdemoro, donde decenas de vecinos evaluaban ayer los daños en sus casas. El alcalde de la localidad, Javier Hernández, relató a Europa Press que la tormenta de la noche del lunes fue la más intensa que había sufrido como regidor: "Estuve en varias viviendas achicando agua con cubos en la mano. Nos llevamos una caladura fuera de lo normal".
Los bomberos actuaron sobre todo en esta zona para evacuar la mayor cantidad de agua posible durante la madrugada del lunes, de forma que la circulación pudiese volver a la normalidad y los vecinos pudieran dormir en sus casas. Ayer por la mañana acudieron los miembros del dispositivo de Emergencias de la Comunidad para realizar los últimos trabajos, según relató un portavoz del 112.
Así que una vez que pasaron las horas de mayor peligro llegó el turno de los servicios de limpieza de los distintos ayuntamientos e incluso de los vecinos, algunos de los cuales no recibieron asistencia para evacuar el agua de sus sótanos. Ocurrió por ejemplo en Parla. En la calle de Jerusalén están acostumbrados a que las inundaciones aneguen sus trasteros cada vez que aprieta la lluvia. Ayer algunos bajos todavía estaban encharcados.
Otro de los pueblos afectados, Humanes, tuvo los teléfonos de la Policía Local prácticamente colapsados, según apuntaron fuentes municipales. "Fueron sobre todo problemas en bajos y en las chapas de algunos tejados. El granizo que cayó fue muy fuerte", señalan estas fuentes. Algún vecino, más gráficamente, indicó que las bolas de hielo que cayeron "tenían el tamaño de huevos".
Todavía no se han cuantificado los daños materiales que provocaron las lluvias casi torrenciales de la noche del lunes. Van desde los pequeños desperfectos en muchas viviendas hasta cientos de miles de euros en algunos almacenes de empresas, sobre todo en el polígono Ciudad de Parla.
Afortunadamente, no hubo daños personales, según señalaron los portavoces de Emergencias de la Comunidad.
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