La familia Puelles considera ejemplar la actitud de las instituciones vascas

La familia del policía asesinado Eduardo Puelles dejó oír de nuevo ayer su voz dolida, pero serena e impecable, durante el homenaje unánime que el Parlamento vasco tributó a la última víctima de ETA. Toda ella dejó entre los asistentes, encabezados por la presidenta de la Cámara, Arantza Quiroga, y el lehendakari, Patxi López, el mismo poso de admiración que ha levantado desde el viernes. El hermano del agente, el ertzaina Josu Puelles, hizo de portavoz. Proclamó la "gratitud eterna por el apoyo a esta familia desgarrada" y por "el comportamiento ejemplarizante" de las instituciones, que espera que "sirva de guía a futuros Gobiernos".

Josu Puelles mencionó a los príncipes de Asturias, al presidente del Gobierno, al ministro del Interior ("por su humanidad manifiesta"), al lehendakari ("por su inquebrantable adhesión"), al consejero vasco de Interior ("por su cercanía rayana en la amistad"), a la presidenta del Parlamento, a los portavoces y dirigentes de todos los partidos, a los que agradeció su unidad; a los medios de comunicación, en especial a la televisión pública vasca -"porque muchas veces las formas son más importantes que el fondo", dijo, en referencia al lazo negro que se sobreimpresionó en las pantallas-, a las fuerzas de seguridad del Estado, a la Ertzaintza y a las asociaciones de víctimas. Pero, finalmente, el agradecimiento "sincero y profundo" de la familia era, "sobre todo", a la "inmensa mayoría de la ciudadanía vasca".

Ningún miembro de la familia más inmediata de la víctima se quedó en casa: ni la madre de Eduardo Puelles, ni los padres de su mujer, Paqui Hernández. También ellos asistieron sin flaquear a la concentración de 15 minutos previa y al acto institucional presidido por la foto del policía, colocada sobre la escultura de Cristina Iglesias que rinde homenaje a las víctimas del terrorismo a la puerta de la Cámara vasca. Sobre ella, alzándose de puntillas, depositaban besos las mujeres de la familia, la viuda, la madre y la hermana de Eduardo Puelles. El sonido del Agur Jauna, mientras dos parejas del Cuerpo Nacional de Policía y la Ertzaintza permanecían en posición de saludo, puso la carga simbólica de respeto y despedida. Finalmente, la presidenta del Parlamento se fundió en un abrazo con la viuda de Puelles.

La nota polémica la ha puesto un artículo de Alfonso Sastre publicado en Gara el domingo, que anuncia tiempos de "mucho dolor". Ni la Fiscalía General ni la Abogacía del Estado, por el momento, tienen previsto iniciar acciones contra Sastre, cabeza de lista de Iniciativa Internacionalista (II-SP), que se presentó a las europeas sin éxito. Pero la dirección del PSOE y el vicepresidente del Poder Judicial, Fernando de Rosa, sí ven materia para intervenir.

Tras la reunión de la ejecutiva federal, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, confió en que la fiscalía "tome nota y actúe" contra Sastre. De la Rosa estimó que el artículo tiene "entidad suficiente" para que se investigue. Sastre pide en Gara un nuevo proceso de negociación y anuncia que, si no se produce y si el PSOE decide atender la recomendación del eurodiputado del PP Carlos Iturgaiz -que, según Sastre, abogó por "fumigar" a quienes están tras II-SP-, "sobrevendría" una etapa de "mucho dolor".

El fiscal general, Cándido Conde Pumpido, señaló ayer que la sentencia del Tribunal Constitucional que permitió a II-SP concurrir a las elecciones europeas supone "cierta limitación" para volver a acudir a los tribunales.

Homenaje a Puelles, la última víctima de ETA