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A Coruña vuelve a aplazar la aplicación de la Ley de Memoria

PSOE y BNG no retirarán hasta finales de 2010 la estatua de Millán Astray

Tres años, si no hay nuevos retrasos o imprevistos, tardará el Ayuntamiento de A Coruña en cumplir la Ley de Memoria Histórica, en vigor desde diciembre de 2007, y retirar el principal símbolo del franquismo de esta ciudad: la estatua de Millán-Astray que preside una pequeña plaza ante el cuartel de Atocha, a espaldas del Palacio Municipal de María Pita. El monumento al militar que fundó la Legión española y activo colaborador de Franco -fue jefe de Prensa y Propaganda de la dictadura al terminar la Guerra Civil- desaparecerá en año y medio de su actual ubicación con motivo de la remodelación de la Plaza de España y de todo su entorno. El gobierno municipal, encabezado por el socialista Javier Losada, siempre se escudó en este proyecto para demorar la supresión obligada de la efigie de cuerpo entero de Millán-Astray.

Las obras, que responden a un proyecto diseñado por los arquitectos Felipe Peña y Alejandro Álvarez, ganadores del concurso de ideas fallado ayer, costarán tres millones de euros y comenzarán en el último trimestre del año. Estarán terminadas a finales de 2010, según aseguró el concejal de Rehabilitación, Mario López Rico.

La idea del Ayuntamiento, según ya manifestó en reiteradas ocasiones su alcalde, es trasladar a un museo militar la estatua del general que hizo famoso, en un sonado enfrentamiento público con Unamuno en los primeros meses de la Guerra Civil, los lemas "¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!". A Millán-Astray (A Coruña 1879 - Madrid, 1954) también se le atribuye la denominación de caudillo a Franco.

Para lo que todavía no hay fecha es para la supresión del resto de la abundante simbología del franquismo que aún pulula en las calles y edificios públicos de A Coruña, incluido rebautizar 24 calles y vías, como la propia plaza Millán-Astray en la que sigue erigiéndose la estatua del militar. Hace ya tres meses que un grupo de expertos designados por el alcalde entregó un informe que enumera 55 símbolos que deberían ser retirados en cumplimiento de la ley.La decisión, en la mayoría de los casos, como el del cambio de nombre de las calles, corresponde a los tres grupos municipales (PSOE, BNG y PP). Pero no hay fecha prevista aún para celebrar ese pleno municipal. En la propuesta de estos expertos se aboga por conservar un minúsculo escudo franquista que forma parte de la gran vidriera central del Palacio de María Pita y cuya retirada, por ser preconstitucional, es obligatoria desde 1981. Tampoco hubo acuerdo entre los asesores del alcalde para incluir a Manuel Fraga en el listado de personajes que fueron homenajeados por el ayuntamiento, durante la dictadura, con un título honorífico.

El octogenario político, hoy senador del PP, fue nombrado en 1968 hijo adoptivo de A Coruña por su condición de ministro de Información y Turismo del régimen franquista. Unos honores que los asesores de Losada sí proponen suprimir a otros ocho ministros de la dictadura, algunos de ellos compañeros de Fraga durante su mandato en el Gobierno de Franco. Será también el pleno municipal, cuando se convoque, el que tendrá la última palabra sobre los honores que habrán de retirarse a colaboradores del dictador.

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