LAB se desmarca también del diálogo social

El sindicato abertzale LAB siguió ayer el mismo camino que ELA y se desmarcó de la iniciativa del lehendakari, Patxi López, de convocar una mesa de diálogo social después de más de una década sin concertación, en un contexto de grave crisis económica y de empleo. Después de hora y media larga de reunión en la sede de la Presidencia en Vitoria, en la que, como en las anteriores citas con la patronal y los sindicatos más representativos, participaron consejeros de las áreas económica y laboral, la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, comunicó que tampoco se sentará a negociar en la misma mesa ni con el Gobierno ni con la patronal.

El sindicato abertzale, cuyos representantes no hicieron declaraciones ni antes ni después de la cita, difundió posteriormente un breve comunicado en el que argumenta que la iniciativa del lehendakari "está vacía". Para esta central no tiene ningún sentido impulsar la protección social desde un foro marcado por el "límite estructural del marco competencial".

El sindicato ve un obstáculo en ceñirse al actual marco competencial

Con todo, los representantes de LAB trasladaron a López que se hallan dispuestos a seguir manteniendo "contactos con el Gobierno sobre distintos asuntos", pero consideran un obstáculo para una "relación normal" que el Ejecutivo "se sustente en un Parlamento no democrático", por la exclusión de las candidaturas abertzales anuladas.

La reunión con LAB pone punto y final a la ronda con los principales agentes sociales, por lo que posiblemente, la próxima semana López convoque ya a quienes han confirmado su presencia para la constitución del foro y para deliberar sobre el temario, calendario y si finalmente se pondrán en marcha mesas sectoriales que vayan avanzando en las diferentes cuestiones. En ese foro se verán Confebask, el Ejecutivo y los sindicatos CCOO y UGT. Todos ellos y el propio Gabinete han sostenido que la mesa es importante en la presente situación de crisis económica incluso sin el concurso de las centrales nacionalistas.

El primer contacto de López para articular su compromiso electoral se produjo el pasado 18 de mayo, cuando se reunión con la patronal apenas tres días antes de la huelga general convocada por ELA y LAB.

El nivel de críticas de los sindicatos nacionalistas no se ha rebajado desde entonces. A las de la central mayoritaria, que considera la propia naturaleza del pacto con el PP que sustenta el Gobierno vasco como la principal limitación para ampliar las políticas sociales, se han sumado las de LAB.

Su secretaria general descalificó la mesa multilateral desde el mismo día de una huelga que fracasó en su objetivo de paralizar el País Vasco y Navarra. Etxaide dijo ya entonces que el diálogo social era un "fraude" porque López había restado legitimidad al paro. El lehendakari aseguró entonces no entender la convocatoria, pues no se había producido una reforma del mercado laboral que abaratase el despido o flexibilizara más la contratación laboral.

Etxaide explicó poco después que no entendía "de qué quiere hablar López". "Creemos que ha cerrado totalmente las puertas a la posibilidad de pensar que se puede articular un diálogo social eficaz para responder a la demanda que miles y miles de trabajadores hicieron huelga el día 21", concluyó.