El Santander y el ICO auguran una recuperación lenta en 2010
Las empresas familiares reclaman una reforma laboral
¿Cuándo saldremos del actual bache económico? Desde la atalaya del primer grupo bancario español, el consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, se mostró ayer "moderadamente optimista" a la hora de fijar una fecha para las primeras señales de la recuperación, que situó en un horizonte de entre 12 y 18 meses. A partir de mediados de 2010, pues, se verá un crecimiento moderado del producto interior bruto (PIB) español.
Todos los presentes en las 25ª Reunión del Círculo de Economía, que se celebra en Sitges, apuntaron que el enfermo saldrá de ésta despacio. "No circularemos por una autopista de cinco carriles, sino por una autovía con baches", advirtió Sáenz. Y el final del túnel no se verá hasta que se abran los mercados de capitales y el crédito fluya.
Sáenz ve posible la reestructuración de algunas entidades financieras
Tras defender que su banco sí da crédito a los "clientes solventes y viables", y tras pedir a los empresarios que también arriesguen su dinero si tanto creen en su proyecto, Sáenz no dejó de criticar las ayudas públicas recibidas por bancos extranjeros por la competencia desleal que plantean y, pese a subrayar la buena salud financiera de los actores en España, vio posible que algunas entidades financieras "puedan pasar por procesos de reestructuración", a raíz de la concentración del riesgo en el sector inmobiliario.
El presidente del Instituto del Crédito Oficial (ICO), Aureliano Martínez, se encargó de recordar que, sumando promotores, constructores e hipotecas, el 70% del riesgo de bancos se amontona en el ladrillo. Martínez auguró, informes de expertos en mano, que la economía no empezará a crecer hasta finales de 2010, aunque la caída se amortigüe antes.
Martínez defendió que el ICO "ha hecho sus deberes", que son acudir a los mercados exteriores, captar el ahorro externo y trasladarlo a la economía española. Admitió que el ICO ha conseguido lo que deseaba, si bien consideró que ha logrado una cifra "aceptable".
Poco optimista se mostró el presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Simón Pedro Barceló. Éste recordó que la mayoría de las principales empresas familiares esperan que sus ventas sigan cayendo, que puntúan con un 2 (del 1 al 10) la situación económica y que la mitad de ellas creen que van a reducir su plantilla.
Barceló reclamó una reforma laboral, "que no es sólo el marco legal del despido" porque lo que debe hacerse, subrayó, es "abaratar el empleo" con medidas como reducir las cotizaciones a la Seguridad Social, mejorar los sistemas de búsqueda de empleo y combatir el absentismo laboral.
El presidente del IEF también reclamó reformas estructurales para reforzar la capacidad de innovación de las empresas y, al comentar la política del Gobierno, lamentó que sólo el 1% de los recursos destinados a combatir la crisis se destinen a ayudar a dar un salto de competitividad.
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