"Al hospital nos llegan los casos más complicados"

Las unidades de conductas adictivas son el recurso básico de la red sanitaria valenciana para atender a las personas con problemas de adicciones. Pero existen pacientes que necesitan un recurso especializado, que presentan distintas patologías y a quienes no basta la asistencia ambulatoria. En estos casos son atendidos en las unidades de desintoxicación hospitalaria, entre las que se encuentra la del Hospital General de Valencia que dirige Benjamín Climent. "A nosotros nos llegan los casos más complicados", explica.

Los tratamientos consisten en un abordaje integral del paciente. El objetivo primordial es la desintoxicación para lo que se recurre a una medicación a base de sedantes, antiepilépticos, antidepresivos, complejos vitamínicos y minerales, destinados a hacer más llevadero el síndrome de abstinencia. El proceso dura entre siete y diez días en los alcohólicos y dos semanas o incluso más en los adictos a la cocaína. Pero, además, estos pacientes -los bebedores crónicos, por ejemplo- tienen problemas hepáticos, cardiovasculares o neurológicos, que también se tratan en el resto de servicios.

"Hace 10 años, los pacientes eran casi todos de heroína", relata Climent. Ahora, la mayoría son adictos al alcohol y cada vez más con consumo cruzado de coca. "Es casi imposible encontrar un cocainómano que no beba o un alcoholico que no fume".