El nuevo Gobierno palestino agrava la lucha entre facciones
La brecha se ensancha. Hamás y Al Fatah son incapaces de reconciliarse y de poco valen los ultimatos del mediador -Egipto-, las cinco rondas de negociaciones sostenidas en El Cairo desde comienzos de año y la calamitosa situación que provoca el bloqueo israelí de Gaza. El presidente, Mahmud Abbas, nombró la noche del martes un nuevo Gobierno, encabezado por el independiente Salam Fayad, que no hace más que acentuar la división entre los partidos hegemónicos palestinos. El movimiento islamista ha insistido en que no admitirá que Fayad encabece un Gobierno de unidad. Abbas reitera que Hamás debe reconocer a Israel. Son sólo la punta del iceberg de una disputa que versa sobre la formación de los cuerpos de seguridad y la organización de unas elecciones en principio previstas para enero de 2010.
Sólo 48 horas después de la reunión entre el presidente Barack Obama y el primer ministro Benjamín Netanyahu, los efectos del divorcio palestino se dejan sentir en los vericuetos del proceso diplomático que pretende lanzar Obama.
Una idea estúpida
El jefe del servicio secreto interno israelí, Yuval Diskin, aprovechó la división palestina para destacar que mientras Hamás gobierne la franja "no hay espacio para un proceso de paz". Un asesor del primer ministro, Benjamín Netanyahu, añadía ayer que la idea de los dos Estados es "infantil y estúpida".
Explicó con precisión Dov Weisglass, asesor de cabecera del ex primer ministro israelí Ariel Sharon, que el objetivo político de la evacuación de los colonos de Gaza, en 2005, traería consigo la división entre Cisjordania y la franja, y que de ese modo lograba Israel congelar el proceso el político e impedir la creación de un Estado palestino. Así ha sido, con la inestimable cooperación de los líderes palestinos, cuyas agendas distan un mundo. Unos pendientes de EE UU -Abbas y Fayad- y otro -Hamás- de Siria e Irán, ambas facciones carecen de autonomía para pactar. Ha sido la norma en la historia de los partidos palestinos, siempre de reyerta en reyerta. Para colmo, el grupo parlamentario de Al Fatah, peleado con Fayad, se niega a apoyar al nuevo Ejecutivo de Cisjordania. Alegan los diputados que el presidente no les ha consultado la formación del nuevo Gobierno.
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