La píldora poscoital sin receta divide a los médicos y enfada al PP
Los colegios lamentan que el paciente ya no reciba consejo - La eficacia del fármaco depende del plazo - Las comunidades piden explicaciones a Sanidad
Aún no está a la venta libre en las farmacias pero ya ha levantado ampollas. La decisión del Gobierno de que la píldora del día siguiente se pueda conseguir en todas las boticas de España sin receta ha despertado numerosas críticas. Políticos, profesionales médicos y farmacéuticos están divididos. Los consejeros de Sanidad de Valencia y Madrid (del PP) o Navarra (UPN) han pedido a la ministra que convoque un Consejo Interterritorial extraordinario para explicar la medida que tildan de "incoherente" y "política". Otros, como la Organización Médica Colegial (OMC) considera que la libre dispensación del fármaco "banaliza" su consumo. "Más valdría que se diese gratis en todos los centros de salud", sostienen. "Aleja del consejo médico", dicen. Las asociaciones de planificación familiar no lo creen. Este colectivo médico ve la iniciativa como una medida de urgencia para acabar con la escalada de embarazos no deseados, y de abortos, que vive España.
Asociaciones de farmacéuticos defienden su derecho a objetar
Durante años, conseguir la pastilla en algunas regiones ha sido muy difícil
La píldora poscoital es un método anticonceptivo de urgencia. Por eso está considerada como un fármaco "esencial" por la Organización Mundial de la Salud. Pero no del todo eficaz. Su fiabilidad es mayor cuanto antes se tome. 24 horas después del coito su eficacia es del 95%, un porcentaje que cae hasta el 58% al tercer día de la relación de riesgo. Hasta ahí todo correcto. Con este medicamento se puede evitar un embarazo no deseado. El problema llega a la hora de conseguirlo. Sólo 10 comunidades -Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Navarra, Cataluña, Extremadura, Galicia y Baleares- la dan gratis en sus centros de planificación. En el resto, hacerse con ella puede ser una odisea. El Gobierno quiere con su venta libre terminar con esa desigualdad.
Juan José Güemes, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid cree que la medida del Ejecutivo "puede trasladar un mensaje confuso a la población". Argumenta que su venta libre puede hacer que se vea como un método anticonceptivo más.
Algo que el Gobierno duda que suceda. La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, dijo ayer en una entrevista digital en ELPAÍS.com que la iniciativa hay que verla dentro de la Estrategia Nacional de Salud Sexual y Reproductiva. "Un plan que incidirá sobre todo en la educación, la información, la accesibilidad a métodos anticonceptivos y la prevención", dijo.
También la OMC critica la medida, aunque no por los posibles efectos secundarios que algunos argumentan. "Se pierde la oportunidad de asesorar a una persona que ha tenido un comportamiento de riesgo. De darle la información y el consejo médico adecuado para que esto no se vuelva a repetir", asegura Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC. Cree que la iniciativa anunciada el lunes por las ministras de Sanidad e Igualdad ha sido demasiado precipitada. "Sería mucho más beneficioso que se diese gratis en todos los centros de salud, así habría control médico", sostiene Rodríguez Sendín. "No entendemos el beneficio de su venta libre, más allá de la inmediatez de conseguirla", aclara.
Y es precisamente esa inmediatez, que hace que el fármaco sea más fiable, el argumento que utilizan otros colectivos médicos para defender la medida. Asociaciones de bioética o planificación familiar, por ejemplo. "Durante años conseguir la píldora poscoital ha sido casi imposible en algunas regiones", dice Isabel Serrano. Esta ginecóloga es presidenta de la Federación de Planificación Familiar de España y lleva 28 años atendiendo a chicas que solicitan este método de urgencia. "Se han estado vulnerando los derechos de los pacientes. Acceder a este fármaco o no dependía de qué médico te tocase y de cuánto dinero tuvieses. Lo del dinero sigue ahí, pero lo del médico habrá terminado", asegura. Serrano ve irreal que se financie la píldora poscoital a todo el mundo, como se hace en algunas regiones. "Hay que lograr es que su coste no sea desmesurado", matiza. Ahora la pastilla cuesta unos 18 euros.
Pero sólo los médicos están divididos. También los farmacéuticos, últimos responsables de la venta de este medicamento, lo están. Porque igual que existen boticas que se niegan a vender preservativos, las hay que no dispensan la píldora poscoital. ¿Quién asegura al ciudadano que va a poder conseguir el fármaco? El Colegio de Farmacéuticos no quiere entrar en polémica. "No hacemos política. Un farmacéutico individual tiene derecho a objetar, pero como colectivo está obligado a seguir la ley", dice Carmen Peña, su presidenta. Y la normativa dicta que todas las farmacias deben tener el fármaco salvo problemas de abastecimieto.
Actualmente alrededor de un 30% de las farmacias se niega a vender a píldora del día siguiente alegando objeción de conciencia, según asegura la Asociación Nacional para la Defensa del Derecho a la Objeción de Conciencia del Personal Biosanitario. Un dato sin contraste posible con otras fuentes. Esta organización dice que el fármaco es abortivo en algunos casos y defiende su derecho a objetar. "Ahora toca la píldora poscoital pero ¿y si un gobierno dice que hay que cortar la mano a los ladrones?", dice José Antonio Díez, portavoz de la asociación.
Díez explica que la ley obliga a las farmacias a tener el fármaco pero que los farmacéuticos, en la práctica, pueden decidir no dispensarlo. Esta organización está especialmente preocupada por los menores de edad, que con la medida, que entrará en vigor en agosto -el tiempo suficiente para que la Agencia Española del Medicamento incluya la píldora poscoital en su lista de fármacos de venta sin receta-, podrán acceder a este método anticonceptivo de emergencias sin trabas.
Ayer, en la Comunidad de Madrid, dos de nueve farmacias visitadas se negaron a venderla. Y es que este es un elemento polémico en una región donde resulta verdaderamente difícil conseguir el fármaco. Muchas mujeres terminan acudiendo a clínicas de abortos, autorizadas para suministrar este medicamento. Y es que, según Luisa Torres, portavoz de la clínica Dator de Madrid, esta es una de las prestaciones más demandadas.
Pero la gratuidad del fármaco y facilitar su acceso, por ejemplo, a los colectivos más desfavorecidos es competencia de las autonomías. Las diez regiones que dan gratis la píldora poscoital lo seguirán haciendo. Muchas elaboran estrategias que complementen las dos medidas. Cataluña, por ejemplo, ya contactado con el Colegio de Farmacéuticos para elaborar un protocolo sobre cómo dispensarla, que incluirá información, consejos de prevención e información sobre salud sexual.
Con información de Andreu Manresa, Angels Piñol, Elena Sevillano G. y Manuel Planelles
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