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Análisis:El debate sobre el nuevo Gobierno
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Las causas no se debatieron

Luis R. Aizpeolea

El primer debate parlamentario de la democracia española sobre una crisis de Gobierno no estuvo a la altura. Rajoy aprovechó la ocasión para atacar a Zapatero y señalar que el problema es él y no el Ejecutivo anterior. Zapatero tampoco quiso profundizar en el tema porque tendría que admitir que algunos de sus ministros estaban quemados, como Solbes. Lo reconoció, diplomáticamente al decir que la nueva etapa necesita de "nueva energía y nuevas personas". Todos los grupos hablaron, sobre todo, de la otra crisis, la económica, sin apuntar novedades, de modo que quien quisiera saber las claves del cambio de Gobierno supo más en la rueda de prensa que dio Zapatero al anunciarlo el 7 de abril que ayer. Ya entonces dijo que el nuevo Gobierno era el de la recuperación.

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Zapatero vislumbra el final de la crisis

Zapatero percibió, antes de cumplir un año su Gobierno, un clima político muy enrarecido, con el telón de fondo de una recesión que tardó en asumir. Había caído la valoración de los ministros en los sondeos; existía la percepción de descoordinación y falta de liderazgo; la sensación de que los ministerios funcionaban a su aire; que las decisiones económicas no llegaban a la calle y la comunicación no era ágil. El presidente y parte de su entorno eran sensibles a esta situación.

El resultado de las elecciones vascas y gallegas del 1 de marzo, con la inesperada pérdida para Zapatero de Galicia, y la desaparición del apoyo del PNV en el Congreso, enrareció aún más el clima. Fue la espoleta que le decidió materializar el cambio antes de las elecciones europeas del 7 de junio con una doble meta: ejecutar las medidas económicas e implicar a las autonomías. A eso obedece la designación de Salgado y Chaves. Rajoy se pronunció ayer muy despectivamente sobre ellos y Zapatero lo fue con él: "Usted cambió cuatro veces de ministerio y ni fu ni fa".

En el nuevo organigrama, ha admitido el error de haber sacado Universidades de Educación. Asumió Deportes al no cumplir su compromiso de un ministerio específico, y las políticas sociales la toma Trinidad Jiménez, al no tener Sanidad contenido al estar traspasados sus servicios.

La sesión confirmó que Zapatero lo tiene difícil en las Cortes por la hostilidad de casi todos los grupos, sobre todo el PNV, a cuyo portavoz, Josu Erkoreka, censuró, inéditamente, con dureza. Pero logró su meta: superar el debate anterior a la crisis, el de que su Gobierno estaba agotado.

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