_
_
_
_

Alvedro se llevará por delante una fábrica, 46 casas y un colegio

La polémica está servida. Si ya había controversia, y grande, en A Coruña por el proyecto de ampliación del aeropuerto de Alvedro, situado en el municipio de Culleredo (27.000 habitantes), a ocho kilómetros de la capital provincial, las conclusiones del estudio de impacto ambiental de esta obra, realizado por AENA y expuesto al público desde ayer en la Subdelegación del Gobierno, amenaza con reavivar con fuerza el desencuentro entre A Coruña y las localidades vecinas, frontalmente opuestas a la ampliación.

La obra es necesaria y justificada, según el Ministerio de Fomento, para atender la demanda creciente de pasajeros y aviones que, de acuerdo con sus cálculos, se incrementará en un 35% cuando entren en servicio, en 2014, las nuevas instalaciones. Y permitirá que aeronaves de mayor tamaño operen sin las limitaciones actuales. Todo ello sin contar con el fuerte "impacto positivo" que supondrá el nuevo aeropuerto para la actividad terciaria, el empleo y el turismo de la comarca coruñesa. "Pero las consecuencias ambientales y sociales son de elevada magnitud", advierte Fomento en las conclusiones de un estudio que permanecerá expuesto un mes para la presentación de alegaciones.

Las obras afectarán a dos pazos protegidos, un castro y una iglesia

Ampliar la pista en 400 metros de largo, con un talud de 35 metros de alto, por el lado opuesto a la ría coruñesa de O Burgo, supondrá "un impacto severo" en un medio natural de "elevada calidad ambiental y cultural", al estar compuesto de parcelas forestales y agrarias, pequeños núcleos residenciales e importantes áreas industriales. El proyecto afectará negativamente al paisaje del entorno, a la vegetación e incluso a patrimonio cultural bajo protección.

Pero el principal inconveniente de esta obra, dice AENA, es que habrá que expropiar 200.000 metros cuadrados repartidos en 250 parcelas, la mayoría con cultivos de hortalizas y maíz. Y habrá que suprimir 46 casas con sus correspondientes jardines, almacenes o piscinas, la fábrica de Grafoplas, una carpintería y un colegio de educación infantil. Algunas de esas viviendas son residencias principales, y las edificaciones que habrá que demoler "tienen cierta entidad histórica y familiar". El trazado de dos carreteras comarcales, con una intensidad de tráfico hasta ahora "moderada", deberá ser modificado. Las obras se llevarán por delante líneas de alta tensión y telefónicas, y afectará a la red de abastecimiento de aguas y al alumbrado de Culleredo.

El impacto de este proyecto también será "severo" y permanente en el paisaje, dado que ampliar la pista de aterrizaje necesitará 4,3 millones de metros cúbicos de tierras, lo que provocará una "gran alteración de las formas de relieve" de la zona y "una fuerte intrusión visual". El movimiento de tierra y las obras afectarán además a dos elementos patrimoniales protegidos, el Pazo de Culleredo y la Casa das de Ferrer. Tendrá impacto también sobre la iglesia de San Estebo y el castro de Cillobre. Otro "impacto severo" será en la vegetación: la ocupación de suelo necesario para ampliar la pista conllevará la desaparición de 37.873 metros cuadrados de "vegetación densa, carballeiras, masas frondosas, cultivos, pinos y pastizales".

La ampliación sólo es defendida sin fisuras por el Ayuntamiento de A Coruña. Pero cuenta con la firme oposición de Culleredo, y Oleiros, que con 33.765 habitantes también está afectado por la denominada huella sonora del aeropuerto. El BNG, que deja ahora la Consellería de Industria con competencias turísticas y líneas de ayudas a los aeropuertos, también se opone.

El proyecto costará 52,32 millones de euros, y las obras, con fuerte impacto en ruido y contaminación en un entorno muy poblado, durarían dos años y medio. Permitirían crear 209 empleos anuales y otros 240 indirectos, sin contar con el fuerte "desarrollo económico de la zona" que supondrá ampliar un aeropuerto con fuertes limitaciones para los aviones que cubren etapas largas. El estudio de impacto ambiental aporta argumentos en contra y a favor que van poner al rojo una polémica ya incandescente.

Ruidos nocturnos

Tráfico intenso de camiones de gran tonelaje, movimiento de millones de metros cúbicos de tierras, demoliciones, construcción de un talud de 35 metros de alto. Las obras para la ampliación del aeropuerto de Alvedro serán contaminantes y ruidosas. Al tener que hacerlas de noche para mantenerlo operativo, destaca AENA en un estudio de impacto ambiental, habrá más población de Culleredo que se verá afectada por niveles de decibelios superiores a los que marca la legislación.

Pero en contrapartida, una vez realizada la ampliación de la pista, disminuirá, en relación con la situación actual, en horario diurno y de tarde (desde las siete hasta las 23 horas) el número de viviendas afectadas. Tras las obras, las instalaciones y el aterrizaje y despegue de aviones molestarán de 23 a 7 horas a más edificaciones que ahora. Es otro de los impactos negativos del proyecto. Y a buen seguro, uno de los argumentos que más utilizará el Ayuntamiento de Culleredo en su batalla por evitar que se amplíe un aeropuerto.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_