Si el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dicen que la botella económica va camino de parecer medio llena, sus razones tendrán. Ambos exhibieron ayer un moderado optimismo al insinuar que la economía ha dejado atrás la fase de caída libre.
Toda crisis encierra una oportunidad. Ese principio se hace realidad con especial intensidad y rapidez en la Bolsa. Y dado que esta crisis ha sido, en términos bursátiles, la más aguda desde que el Ibex 35 existe, la oportunidad de inversión también se ha revelado como una de las más atractivas.
Polonia se convertirá pronto en el segundo país que acude a la Línea de Crédito Flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI) en busca de liquidez para capear la crisis, después de México. El Gobierno pedirá al FMI 20.500 millones de dólares (unos 15.400 millones de euros) a devolver en un año, según anunció ayer su ministro de Economía, Jacek Rostowski.
La Comisión de Control de Caja Madrid estuvo a punto de quedar fuera de control, aunque después se recondujo la situación. La reunión debía iniciarse a las cuatro de la tarde, pero casi dos horas después no había empezado. Los vocales se enzarzaron en profundas discusiones jurídico-políticas sobre quién debía presidirla.