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La crisis y la lluvia dejan vacía la Costa Brava pese a las ofertas

La ocupación hotelera desciende al 75% en Barcelona

No se llegaron a cumplir ni las previsiones. El mal tiempo se alió esta Semana Santa con la recesión que sufren las principales economías europeas para hundir la ocupación de los hoteles de la Costa Brava por debajo del 50%, 10 puntos menos que el año pasado, a pesar de las grandes ofertas que se lanzaron para salvar las vacaciones. Barcelona y la Costa Daurada también acusaron la lluvia y la crisis, pero se mantuvieron por encima del 70%. Los establecimientos de la capital catalana incluso superaron el 85% el pasado fin de semana, aunque a costa de rebajar precios.

"Desastroso": éste es el balance que realizó ayer el gerente de la Asociación de Hostelería Costa Brava Centro, Martí Sabrià. "Si se ha llegado al 50% de ocupación, ya nos podemos dar por satisfechos", aseguró. Fuentes hoteleras cifraron en menos del 50% las plazas que se llenaron durante las vacaciones. Algunos, los más afortunados, llegaron al 75%. Los ofertones, como dar la última noche de hotel gratis, apenas sirvieron de paliativo. La caída es, además, un duro revés para el sector, puesto que este año el calendario, en abril, era mejor que el de 2008. Con este panorama, muchos hoteles estuvieron cerrados. Para los próximos días, en Internet se anuncian estancias en hoteles de la Costa Brava sur y el norte del Maresme por 30 euros por persona y día.

La Costa Daurada cerró la Semana Santa con una ocupación cercana al 70%. La Asociación Hotelera Salou-Cambrils-La Pineda estimó que en esta zona se llenaronl 71% de las 35.000 plazas abiertas. No obstante, 10.000 permanecieron vacías. "No ha sido una gran Semana Santa, pero tampoco tan mala como esperábamos. Se ha notado más turismo de proximidad, de Cataluña, Aragón, Navarra y el sur de Francia", explicó el vicepresidente de la entidad, Joan Antoni Padró.

La recesión ha dado alas al turismo interior. Lo ha notado también Barcelona. "Han llegado más ciudadanos de otras comunidades, mientras que ha habido menos británicos a causa del descenso de la libra", asegura el presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona, Jordi Clos.

El turismo urbano ha capeado el temporal mejor que el costero. La ocupación media, del 75%, ha sido también 10 puntos inferior a la del año pasado, pero entre el viernes y el lunes se situó entre el 85% y el 90%. Clos recordó que los precios cayeron entre 20 y 25 euros respecto al precio medio de la ciudad, que en el conjunto del año es de entre 115 y 120 euros por persona y noche.

Los destinos de interior y montaña, sobre todo de Girona y Lleida, registraron los mejores resultados. Las casas rurales estuvieron prácticamente a tope.En las pistas de esquí, el mal tiempo perjudicó la afluencia de usuarios a las estaciones de Vallter 2000 y La Molina, mientras que Masella recibió 23.000 esquiadores y ya supera las cifras de la temporada anterior.

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Turistas paseando por la playa de La Pineda, en Vila-seca, en Semana Santa.
Turistas paseando por la playa de La Pineda, en Vila-seca, en Semana Santa.JOSEP LLUÍS SELLART

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