El presidente de Melilla se niega a retirar la estatua de Franco si no va a un centro militar

El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, aseguró ayer que no retirará la estatua de Franco de la ciudad, la única que queda en España en una vía pública, a no ser que el Ministerio de Defensa le busque otra ubicación en algún acuartelamiento o en el Museo Militar. A preguntas de los periodistas, Imbroda manifestó que la estatua será retirada para "llevarla a algún sitio concreto", por lo que se va a tramitar "por escrito" al Ministerio de Defensa la solicitud de que sea trasladada a alguna dependencia del Ejército. "Si no, si resulta que esto no está cuajando, se quedará ahí", afirmó el presidente de la ciudad autónoma.

Imbroda ha querido precisar que el monumento, que se encuentra situado a la entrada del puerto de la ciudad, a los pies de las murallas antiguas, no está dedicado a Franco como caudillo, sino al comandante de la Legión que en 1921 salvó a la ciudad del sitio en el que se encontraba. "Estamos hablando del año 1921, de un militar y del Ministerio de Defensa", explicó el presidente, quien ha considerado que tiene poco sentido que la estatua sea llevada a un museo civil o arqueológico, y de ahí que pida una ubicación a Defensa.

Según Imbroda, la llegada de la Legión hace más de 80 años al mando de Franco hizo posible que Melilla siguiera siendo española, por lo que la polémica estatua no sólo le representa a él, sino a todos los que vinieron en aquellos momentos. "Si el Ministerio de Defensa nos dice que no se lo lleva a sus instalaciones militares, que a lo mejor nos dice que sí, nosotros en un museo no lo vamos a poner, por lo que se quedará allí", insistió.

En opinión del presidente de Melilla, el hecho de dejar la estatua de Franco no vulneraría la Ley de Memoria Histórica y ha agregado que, en ese caso, debería ser el Gobierno central el que diga qué es lo que hay que hacer. Imbroda afirmó que desea que se encuentre un lugar para la estatua, tras señalar que no fue él el que mandó colocarla, como tampoco fue el PSOE el que la ha querido quitar mientras gobernó en Melilla.