Francia emplea mano dura

En Francia, la lucha contra la piratería ha tomado un giro trágico con la muerte de uno de los rehenes del velero francés de turismo Tanit durante la operación de rescate lanzada el viernes por un comando de la Armada gala. El propietario del velero secuestrado desde hacía una semana, un joven padre de familia de 28 años, murió durante el tiroteo que enfrentó a los militares con los piratas y el ministro francés de Defensa, Hervé Morin, ha reconocido que el hombre pudo haber muerto por un disparo francés.

Los rescatados, la viuda de la víctima, su hijo de tres años y una pareja de amigos que viajaban con ellos, llegaron ayer por la tarde a París, en un avión especialmente fletado y serán recibidos en los próximos días por Nicolas Sarkozy.

El presidente francés reafirmó el viernes "toda la determinación de Francia a no ceder al chantaje". Esta vez, sin embargo, Francia trató de negociar con los secuestrados antes de dar el asalto, debido a que la vida de un menor corría peligro. No es la primera vez que la Armada francesa interviene. En una operación militar espectacular, fuerzas especiales liberaron a los tripulantes de un velero de lujo en abril de 2008. En septiembre de 2008, el Ejército volvió a intervenir para liberar a una pareja retenida durante dos semanas por piratas. Doce piratas detenidos en estas operaciones están en Francia donde deberán ser juzgados.