La sentencia sobre incentivos fiscales se dictará en septiembre

El Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas, con sede en Luxemburgo, ha puesto ya fecha para la lectura de la sentencia sobre los incentivos fiscales vascos a la inversión de 1993 y 1996. El próximo 9 de septiembre, a las nueve y media de la mañana, se dará lectura al fallo en el que se determinará si las empresas vascas que se beneficiaron de las ayudas fiscales a la inversión de los años noventa pueden recuperarlas.

Los días 15, 16 y 17 de enero de 2008 se celebraron en Luxemburgo tres vistas orales en las que se analizó si las empresas que se beneficiaron de los incentivos fiscales a la inversión tiene derecho a su recuperación. Los incentivos están derogados, fueron considerados ayudas de Estado y fueron recuperados por las haciendas forales. La clave del juicio es si las empresas que se acogieron a los mismos tienen derecho a las mismas. Hubo tres vistas por tres ayudas. Vacaciones fiscales: aprobadas en 1993 y en vigor durante dos años, implicaban una exención del Impuesto de Sociedades durante una década para las empresas nuevas que invirtiesen más de 80 millones de pesetas (480.810 euros) y crearan al menos 10 empleos.Crédito fiscal del 45%: aprobado en 1996, permitía recuperar el 45% de las inversiones que superasen los 15 millones de euros. Minivacaciones fiscales: Aprobadas en 1996, establecieron deducciones sucesivas a las nuevas empresas del 99%, 75%, 50% y 25% desde el primer año con beneficios.

Las instituciones vascas y los empresarios alegaron confianza legítima con el objeto de que las empresas beneficiadas puedan recuperar las ayudas devueltas a las haciendas. Una de las principales cuestiones que debe resolverse es si existían ayudas similares anteriores a las analizadas. Si las hubiera, su declaración como ayudas de Estado no tendría efectos prácticos para las empresas que las recibieron, que las podrían ahora recuperar. El fallo se podrá recurrir ante el tribunal y, en caso de ser favorable para los intereses vascos, serían una soplo de liquidez para empresas en dificultades por la crisis.