Duato: "En Cultura hay gente que es muy peligrosa"
El bailarín critica a Molina y Marset en la presentación de un espectáculo
El coreógrafo y director de la Compañía Nacional de Danza (CND) hasta 2010, Nacho Duato, insiste. "No estoy enfadado, quienes sí lo están son mis bailarines, a mí no me ha dado tiempo aún, sólo estoy estupefacto, con la boca abierta, ¿cómo pueden cargarse una cosa así?", dice en referencia a la compañía que dirige hace casi 20 años y nueve ministros de Cultura y a la que se supone que, tras su marcha el año que viene, llegará alguien que no mantenga en pie su proyecto ni sus coreografías.
Lo dijo ayer en la presentación del nuevo programa que llevará al Teatro de la Zarzuela (del 20 al 29 de marzo) en el que se incluye el estreno absoluto de Cobalto, una coreografía de Duato con música de Pedro Alcalde y Sergio Caballero, además de O Domina Nostra, pieza que el coreógrafo ha hecho con música de Henryk Gorécki y se estrenó en Lyon, y De paso, una coreografía del albanés Gentian Doda, bailarín que tras formarse con Víctor Ullate y Maurice Béjart llegó a la CND, donde creció como coreógrafo en los talleres que tiene esta formación.
Duato, que cumplirá 20 años con la CND el año que viene, presumiblemente el mismo que se irá, dice que su balance de esta experiencia es más que positivo. Aunque se va sin conseguir un teatro para la CND y una sala de ensayos para la CND2, la compañía junior.
En su memoria aparecen varios ministros de los que guarda distintos recuerdos: "Alborch terminó siendo una buena amiga, Solé Tura era una bellísima persona y Esperanza Aguirre era como de los teleñecos". En cuanto al actual ministro, César Antonio de Molina, apunta: "Aún no ha ido a ver nunca, ni una sola vez, a la compañía", y además cuenta que cuando la CND2 celebró sus diez años de existencia no hubo nadie responsable de la parte artística, "sólo el secretario general y ni siquiera un telegrama, y eso sí me duele mucho, no el que yo me tenga que ir".
En cualquier caso, deja claro que una persona en un cargo como el suyo no tiene apenas relación con el ministro, sino con el director del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música. Y también las personas que han ejercido ese cargo están en su memoria: "Joan Francesc Marco fue un apoyo total y José Antonio Campos, también; Andrés Amorós nos visitaba a menudo y era muy amable, con el peor que me llevo es con éste", dice en referencia a Juan Carlos Marset. Y añade para matizar: "En realidad es que no me llevo, porque quizá el problema es que en Cultura y Marset no tienen ni idea de lo que tienen entre manos, ésta gente es muy peligrosa". Para ejemplificar tal afirmación recuerda que él tenía que irse en 2009: "Fue lo que me comunicaron y cambiaron de opinión cuando vieron que tenía programado todo el 2010, con algunas coproducciones muy importantes como la que hay con el Bolshoi de Moscú, cosa que no se habían molestado en saber", apunta.
"Está muy bien que yo me vaya, pero que traten esto como lo que es, un proyecto importante", dice el coreógrafo al tiempo que recuerda como Jirí Kylián, tras irse del Nederlands Dans Theater en 1995, ha continuado 12 años como asesor artístico para que ese proyecto no se perdiera. "Quizá no saben que es altamente difícil que otra persona pueda ensayar o hablar en una rueda de prensa de mi trabajo, creen que lo intangible no es patrimonio y actuar como lo hacen puede ser tan grave como que se carguen cuadros en el Museo del Prado". Y añade: "Mi marcha entra dentro de lo que es normal, incluso a mí me puede apetecer porque todos, no sólo ellos, podemos querer emprender nuevas aventuras, pero lo que no es normal es cómo lo están haciendo, ademas hay muchos bailarines que se quedarán sin trabajo y es volver a empezar algo que ya está muy consolidado, es un disparate", señala Duato.
En cuanto a la vuelta a su tierra, Valencia, al frente de un proyecto que parece ser está gestándose con los Teatres de la Generalitat, Duato guarda un absoluto silencio: "No digo nada por respeto a donde voy".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.