_
_
_
_
Reportaje:

Cuando Yves abandonó a Andy

Pierre Bergé retira los retratos de Saint Laurent de la retrospectiva de Warhol en el Grand Palais de París

Antonio Jiménez Barca

La sala se llama El mundo del glamour. En una pared hay un retrato de Carolina Herrera. En la de enfrente, otro de Giorgio Armani, con los ojos repintados de azul chillón. Hasta ahí, bien. La exposición se denomina El gran mundo de Andy Warhol y se circunscribe a una selección de 150 retratos de los miles que a lo largo de su vida llevó a cabo el artista estadounidense: Marilyn Monroe, Mao, Liz Taylor, Lenin, Elvis, el Sha de Persia... La muestra es, por tanto una sucesión ininterrumpida de rostros, algunos anónimos, pero uniformados todos por el inconfundible estilo plástico de Warhol.

Pero, un momento. En la misma sala de Armani y Herrera hay una obra titulada Zapatos, que no retrata a nadie y que consiste en una docena larga de zapatos de tacón plateados. Está colgado en un lugar prominente. Desentona demasiado. ¿Qué ha pasado aquí?

Para su compañero, el modista no debía estar junto a Armani, sino con Man Ray

El comisario de la exposición, el experto en Warhol, Alain Cueff, puso ayer cara de circunstancias en una visita guiada y lo explicó: "Bueno, es que ahí estaba el retrato de Yves Saint Laurent, pero ya saben lo que ha pasado...".

Lo que ha pasado es que Pierre Bergé, mecenas, ex socio y ex compañero del modisto Yves Saint Laurent, fallecido en 2007, ha obligado a que el cuadro (en realidad, un políptico formado por cuatro retratos) se retire de la exposición. Bergé no estaba de acuerdo en la ubicación de Saint Laurent. En su opinión, el retrato de su antiguo compañero no debía estar colocado en la sala del glamour al lado de los modistos citados. "No se pueden mezclar churras con merinas", explicó por teléfono a Cueff. Para Bergé, el modisto (o artista) Saint Laurent debía emplazarse en la sala dedicada a los creadores, al lado de Man Ray o Lichtenstein. Cueff pasó de puntillas sobre la clasificación e intentó convencer al importante hombre de negocios y del mundo del arte, además de propietario del cuadro, con argumentos técnicos que se resumían en uno: dada la premura del tiempo (la exposición se inaugura el miércoles en el Grand Palais y permanecerá abierta hasta el 13 de julio) era imposible encontrar otro sitio por motivos de seguridad. Entonces Bergé ordenó que le mandasen el cuadro de vuelta a su casa.

"Estaba ahí y lamento lo que ha pasado", añadió el comisario, que ha descrito el retrato de Saint Laurent como una de las obras de Warhol en las que más se percibe la empatía del artista con el modelo.

"Pero bueno", dijo Alain Cueff, con la ironía pintada en la cara y señalando la única obra de la exposición en la que no aparece ninguna persona. "He de decir que la pieza Zapatos también es importante. Ahora, continuemos".

Retrato de Mao en una de las salas del Grand Palais de París, donde se exponen 150 obras de Andy Warhol.
Retrato de Mao en una de las salas del Grand Palais de París, donde se exponen 150 obras de Andy Warhol.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_