La Generalitat destina más de 465 millones a apoyar la automoción

El Gobierno catalán aprovechó ayer el vuelco que está dando la crisis del sector del automóvil en Cataluña, tras la decisión de Nissan de fabricar dos nuevas furgonetas en Barcelona (una en 2010 y otra en 2012) y la posibilidad de que Seat vaya a fabricar el nuevo todocamino urbano de Audi, el Q3, en Martorell, para sacar pecho y explicar lo mucho que está haciendo para salvar un sector que considera estratégico. Lo está apoyando, dice, con más de 465 millones de euros, 335 de ellos destinados a las pymes de componentes.

"No tiene nada que ver el escenario de octubre del año pasado con una situación de trastorno por el riesgo de Nissan y de preocupación por Seat, con la de hoy", recordó el consejero de Universidades, Innovación y Empresa de la Generalitat, Josep Huguet, al inicio de la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell Executiu de los martes. "Viajamos a China para buscar alianzas con competidores" -prosiguió el consejero- "y a Japón para hacer tareas de prevención, con buenos resultados para la automoción y la electrónica de consumo. Nos reunimos con el ministro de Industria [Miguel Sebastián] para que creara un plan integral de la automoción como el que hoy tenemos. Mientras tanto, la Generalitat empezó a poner en marcha algunas medidas, como avales y créditos, y hoy presentamos medidas que complementan el plan del ministro. Todas estas actuaciones nos permiten abordar con más optimismo la salida de la crisis del sector", se ufanó Huguet, cuando todavía no se conocía -trascendió a media tarde- que Volkswagen pospone la decisión sobre el Audi.

Y todas estas actuaciones se detallan en el programa de medidas inmediatas de apoyo al sector de la automoción en su conjunto -fabricantes, proveedores e industria de las motocicletas-, que por ahora asciende a 465,8 millones de euros. Podrá aumentar.

El montante anterior no se trata exclusivamente de medidas nuevas. Iniciativas inéditas hay pocas, en realidad: una línea de 62 millones de euros para financiar las existencias de las comerciales y los concesionarios que vendan coches fabricados en Cataluña, y acciones que refuerzan y complementan el Plan de Competitividad del Ministerio de Industria (dotado con 800 millones de euros), como un "plan renove de maquinaria", en palabras del secretario general de Industria de la Generalitat, Antoni Soy, y ayudas extra para pequeños y medianos proveedores (ambas líneas dotadas con 10 millones cada una).

Huguet y Soy también destacaron una interesante medida de confirming (que viene a ser como una línea de descuento) para que los proveedores de segundo nivel tengan colchón financiero -siempre que la banca quiera darles créditos- y obtengan pedidos de los grandes suministradores. Está dotada con 50 millones de euros, pero no es dinero nuevo. Procede, como la mayoría, de la línea de avales de 500 millones de euros que puso en marcha hace unas semanas el Instituto Catalán de Finanzas (ICF). El resto son medidas ya conocidas de Industria, a través de Acc1Ó y de Avancsa.

Pese al importante montante destinado a las pymes, la patronal metalúrgica catalana, UPM, consideró que las medidas puestas en marcha hasta ahora por la Generalitat y el Gobierno central son positivas, pero ninguna está orientada a incentivar la compra de vehículos.