Ondarroa obligará este mes a más de 500 radicales a pagar impuestos

El Ayuntamiento de Ondarroa quiere acabar este mes con la campaña de boicot de los radicales abertzales al pago de impuestos municipales. En las próximas semanas enviará cartas a todos los vecinos que sistemáticamente se niegan a abonar los tributos locales con un ultimátum. Si no responden, intervendrá la Diputación. El consistorio calcula que son más de 500 los residentes que están en esta situación de insumisión fiscal.

Aunque desde hace 17 años ha habido vecinos en Ondarroa que se han negado a cumplir sus obligaciones fiscales en el municipio, la insumisión aumentó hace seis años, justo cuando la izquierda abertzale perdió la alcaldía al ser ilegalizada. El consistorio ha calculado que la deuda tributaria generada en estos tres lustros ronda los 2,3 millones de euros.

Enviará cartas a los insumisos fijando 15 días de plazo para el pago voluntario

La gestora que gobierna Ondarroa desde julio de 2008, controlada por el PNV, intentó hace un año acabar con esta situación. Ante la imposibilidad de gestionarlo desde el Ayuntamiento, quiso encargar el cobro a una empresa especializada, Gesmunipal, que realiza trabajos similares en otros ayuntamientos vascos. Sin embargo, la presión del entorno de ANV, con amenazas directas a la compañía, llamadas telefónicas y una campaña de críticas en Internet, obligó a declarar desierto el concurso, al que sólo se había presentado Gesmunipal.

Entonces recurrió a la Diputación -institución con la que mantiene una relación más estrecha aún que otros consistorios, ya que los plenos municipales se celebran en el Palacio Foral a puerta cerrada, también a causa de la presión radical-, con la que firmó en agosto un convenio. El acuerdo delega la gestión de la recaudación ejecutiva -cuando el contribuyente no paga voluntariamente- en la institución foral. La intención era empezar a exigir los pagos a finales del pasado año, pero se ha ido retrasando hasta ahora. Primero, la gestora ha tenido que determinar a quiénes podía exigir los impagos y desde cuándo podía hacerlo. Las deudas anteriores a 2005 ya se encuentran prescritas, por lo que se perderá una parte importante del dinero impagado. Fuentes municipales no pudieron precisar cuánto se puede obtener con el pago de los más de 500 vecinos insumisos en estos cuatro años.

Cada uno de ellos recibirá una carta para que abonen en un plazo de 15 días los impuestos pendientes sin el cobro de un recargo. Si no responden, se aplicaría el sobrecoste correspondiente y entonces actuaría la Diputación, que iniciaría el procedimiento de apremio, que incluye intereses de demora, multas y otros recargos.

Las cartas, cuya fecha concreta de envío no ha sido todavía precisada por la gestora, indicarán los plazos concretos para efectuar el abono voluntario y la manera en que debe realizarse, según informó el Ayuntamiento a través de un comunicado.

La izquierda abertzale radical de Ondarroa ha manifestado públicamente varias veces su intención de mantener el boicoteo fiscal. En agosto pasado, tras conocerse el convenio firmado con la Diputación, el líder de la ilegalizada ANV en este municipio, Unai Urruzuno, calificó de "declaración de guerra" el acuerdo suscrito por la gestora y amenazó con proseguir la insumisión fiscal "con más fuerza si cabe".

Este boicot se limita a los impuestos locales, ya que otros tributos, como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), cuya recaudación corresponde a la Diputación en la mayoría de los municipios, son abonados por los insumisos en Ondarroa, según señalan fuentes municipales. Los impuestos locales suponen entre el 30% y el 35% de los ingresos ordinarios del consistorio.