Ahmadineyad tiende una mano a Obama rodeado de pancartas de "Muerte a EE UU"
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, se declaró ayer dispuesto a iniciar conversaciones con Estados Unidos sobre la base del "respeto mutuo". Sus palabras, con motivo del 30º aniversario de la revolución islámica, sonaron más favorables que en ocasiones anteriores. Aún así, justo antes de su discurso, el presentador había animado a la multitud a corear el habitual Muerte a EE UU y muchos de los asistentes a la ceremonia portaban pancartas con el mismo eslogan.
"El pueblo iraní está preparado para hablar [con EE UU], pero en un clima justo y de respeto mutuo", manifestó Ahmadineyad ante las decenas de miles de iraníes que se concentraron en la plaza Azadí de Teherán para conmemorar el triunfo de la revolución popular que derribó al sha en 1979. Parecía una respuesta al presidente Barack Obama, quien el día anterior dijo que su Administración buscaba la oportunidad para entablar conversaciones con Irán y prometió repensar la relación con Teherán.
El presidente iraní volvió a señalar que su país celebraría un cambio en ese sentido siempre que fuera "de sustancia" y no meramente táctico. Pero en esta ocasión no exigió que Washington pida disculpas por los crímenes que cometió en el pasado contra Irán o que retire las tropas que tiene desplegadas por el mundo, como hizo en enero cuando Obama le tendió la mano a cambio de que "aflojara el puño".
Aunque un lenguaje más suave constituye un buen signo, algunos analistas intuyen que los dirigentes iraníes todavía no han consensuado una respuesta a los mensajes de distensión del nuevo presidente estadounidense. La decisión final está en manos del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, quien hasta ahora no se ha pronunciado al respecto. Tal vez, como dijo el lunes el ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, "están esperando que la actitud positiva de Estados Unidos se concrete en un gesto".
Por lo demás, Ahmadineyad, que en junio se juega la reelección, no renunció al estilo que le ha hecho famoso. "Si de verdad quieren acabar con el terrorismo, podemos indicarles las direcciones de algunos centros terroristas en Israel, a pesar de las buenas relaciones que tienen con ustedes", ofreció. "Si de verdad quieren poner fin a las matanzas en esta región, podemos trabajar juntos para buscar las raíces y ayudarles a llevar ante los tribunales a los responsables, empezando por Bush y sus colaboradores".
Pero la mayor parte de la casi una hora que duró su intervención estuvo dedicada a "los avances tecnológicos logrados por Irán". Describió en detalle y con tono profesoral los distintos componentes del satélite Omid que su país puso en órbita hace una semana. "Hoy anuncio de forma oficial que la nación iraní es una verdadera superpotencia...", sentenció Ahmadineyad. Para entonces, muchos de los asistentes ya habían empezado a retirarse preocupados por los previsibles atascos.
"Llevo el cartel [de Muerte a EE UU] porque ese país es el gran satán y el enemigo de nuestro pueblo", explicó Mohammad Emami Rad, técnico de moldes de 66 años, que dijo haber acudido a la plaza Azadí para demostrar su fidelidad a la revolución y su disposición a luchar contra EE UU "hasta la última gota de sangre".
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